Yudyth Vargas
Con Manuel compartimos momentos de formación en la fe, en el ambiente salesiano donde nos conocimos, en nuestra Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Moca, nos formamos y participamos en los campamentos y realizamos juntos el programa de etapas de formación Juvenil. PROFAJ, en un ambiente sano de alegría en el Centro Juvenil Don Bosco.
Joven inquieto, expresivo, servicial, responsable y muy entregado. Preocupado por los niños y jóvenes más vulnerables de nuestro entorno y nuestro ambiente parroquial.
De aquí surgió su vocación a sacerdote, agradecida de Dios por inspirar en él su vocación al servicio de los demás y al servicio de nuestra Iglesia.
¡Tu vocación es un regalo para todos!!!

Dulce Perez, su madre,
Está muy feliz y contenta. Agradecida primero de Dios y luego dando gracias al ambiente salesiano de Don Bosco, y la congregación salesiana en nuestro país.
Mi hijo se formó desde niño en la catequesis. Siendo monaguillo y luego de adolescente en el Centro Juvenil Don Bosco, de ahí inició las etapas vocacionales y fue descubriendo su vocación religiosa al sacerdocio.
Pide que acompañemos a su hijo con la oración.
Su padre falleció siendo muy joven, y es criado y formado solo por su madre Dulce Pérez. Mujer de mucha fe y entregada al servicio de la parroquia, inculcándole desde niño los valores cristianos.
Mayra Reyes Inoa
Manuel de Jesús Rodríguez Pérez, que es fruto del oratorio y del Centro Juvenil Don Bosco, en Moca, dejó una huella profunda como joven de fe firme, responsable y acompañado siempre por el amor y testimonio de su madre. Su historia refleja de manera ejemplar el carisma salesiano de Don Bosco y la presencia inspiradora de Mamá Margarita.
Desde sus primeros años en el oratorio, se distinguió por su entrega, responsabilidad y compromiso en cada tarea de la Pastoral Juvenil Don Bosco. Su puntualidad, constancia y disposición para el servicio fueron signos de un joven que vive los valores cristianos con alegría y coherencia, convirtiéndose en testimonio para otros jóvenes.
En su experiencia pastoral Manuel encarnó los ideales salesianos de formar “buenos cristianos y honrados ciudadanos”. Su participación activa en la liturgia y en la vida comunitaria reflejó el espíritu del oratorio: una casa que acoge, una escuela que forma, una parroquia que evangeliza y un patio donde compartir la amistad.
La presencia constante de su madre acompañándolo en la fe, se asemeja a la figura de Mamá Margarita junto a Don Bosco: una madre que sostiene, anima y educa desde el ejemplo, haciendo de la familia una verdadera escuela de entrega cristiana.
Hoy, ver a Manuel convertido en obispo de la Diócesis de Palm Beach en la Florida, es motivo de profunda gratitud para la comunidad salesiana. Su vida pastoral continúa siendo un fruto maduro del oratorio, donde la semilla de la fe y el servicio se transformó en un testimonio vivo de amor a Cristo y a la Iglesia.




