Ysis Estrella Roman
“María dijo: ‘Hágase en mí según tu palabra’.” (Lc 1,38)
En este tercer domingo de Adviento, conocido como Domingo de la Alegría, la figura de María se convierte en nuestra guía para avanzar hacia la Navidad. Su respuesta confiada, Hágase en mí, nos enseña que la verdadera alegría nace cuando dejamos espacio para que Dios actúe en nuestras vidas.
María no entendió todo lo que Dios le pedía, pero se abrió con humildad y esperanza, y esa apertura permitió que el Salvador entrara al mundo.
El Adviento es tiempo para aprender de ella. María nos muestra que la esperanza no es optimismo vacío, sino la certeza de que Dios cumple sus promesas. Aún en los momentos inciertos, ella creyó. El Papa Francisco nos recuerda: “María es la mujer de la espera, que sabe reconocer los pasos de Dios en la historia.” (Audiencia, 23 mayo 2018). Su fe ilumina nuestro camino.
Hoy también celebramos a Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de América Latina. Ella nos recuerda que no estamos solos, que Dios se acerca con ternura y que su presencia transforma nuestras sombras en luz. Su mensaje sigue resonando: “¿No estoy yo aquí, que soy tu madre?”
Pidamos a la Virgen que nos enseñe a esperar con serenidad, a decir “sí” con valentía y a preparar nuestro corazón para recibir al Señor que viene. Que su fe sencilla nos acompañe y que su esperanza nos sostenga mientras caminamos hacia la alegría de la Navidad.




