Un ejemplo de inclusión 

Por: José Jordi Veras Rodríguez.

Hace unos días fuimos invitados a participar en un evento del cual no estaba tan claro de qué se trataba y asistimos para ofrecer nuestra mano solidaria, sin saber a dónde nos dirigíamos y qué nos depararía el destino. Al parecer, el poder divino tenía un plan diferente para ese día, que se llenaría de gloria para todos los que estaríamos en esa actividad.

Se trataba del lanzamiento del primer equipo de fútbol inclusivo para niños. Fue una actividad en la que participaron padres, profesores, autoridades y los medios de comunicación. Se trató de una labor que había estado trabajando, tanto la escuela Ser Social y la Fundación Alive Foundation.  El primero de los colegios que trabajan con niños con Autismo y Síndrome de Down, esos que no son aceptados, aún hoy, en ninguna institución por su condición. Son excluidos, no solo de un sistema educativo, sino de todo aquello que no esté verdaderamente comprometido con una educación que no restrinja derechos.

Ver las caras de aquellos niños y cómo manifestaban su felicidad, su alegría, a través de la inocencia de sus actitudes, como sabiendo qué significaba aquel evento, porque ellos, aunque no lo entendamos, pueden experimentar la exclusión en muchas formas.

Nos llenó de satisfacción vivir todo aquello, porque sabemos bien lo que supone para una madre o un padre, que su hija o hijo no sea aceptado en una que otra escuela o liceo o en una clase extracurricular, solamente por su condición. Entonces, este tipo de iniciativa que sale del ámbito privado, del interés de personas que han sufrido estos prejuicios, y hoy buscan abrirle un espacio a sus vástagos para que tengan la oportunidad que todo otro niño tiene o pudiera tener.

El torneo fue apoyado por el Ministerio de Deportes, en la persona del ministro Kelvin Cruz, quien junto a su esposa, Gleidy de la Mota, psicóloga, también hizo el compromiso junto al funcionario, de que trabajarán para llevar este plan piloto a otras localidades, para que no se quede solamente en un grupo o provincia en específico, sino que pueda llegar a más niños.

Fue un acto sencillo, sustancioso e importante, porque desde Santiago se daba la primera iniciativa deportiva, para que a través del fútbol puedan darle la oportunidad y la inclusión a los que esta sociedad y el sistema excluye por su condición. Así de importante es el valor de este evento.

Siempre estaremos comprometidos con la inclusión de niñas y niños, porque sabemos, siendo padres de un hijo con Asperger, que hoy, gracias al esfuerzo de su madre y quien escribe, desde que era un niño, hicimos conciencia sobre su condición y trabajamos con terapeutas para que nos dieran la mano y tener un colegio, como el Instituto Iberia, en aquel entonces, donde si ahora continúa esa exclusión, en aquellos años era más notoria, pudo integrarlo con las condiciones que requería nuestro pequeño, hoy Mauro está asistiendo a la Universidad. Gracias a Dios.

Nos conmovió ver un sueño hecho realidad para esos pequeños y sus padres, que con el decidido apoyo público-privado, se ha podido lograr, que desde Santiago, se diera la iniciativa de un equipo de fútbol inclusivo. Todo nuestro respeto y admiración, tanto para el colegio Ser Social, como para la Fundación Alive Foundation, por su tenacidad y no dejar de insistir, y hacer realidad un anhelo, que hoy se ha convertido en un gran ejemplo nacional. ¡Enhorabuena!