Por: José Jordi Veras Rodríguez.

El Municipio de Villa González no solamente se conoce porque está prácticamente en la falda de la Cordillera Septentrional y tiene como un estandarte el Pico Diego de Ocampo, con 900 metros de altura, sino que, es conocido también por la producción de tabaco, donde casi el cincuenta por ciento del que produce en el país sale de allí. Además, es irrigada la mayoría de sus tierras, por el canal Ulises Francisco Espaillat, lo cual ha permitido que además del tabaco, la producción agrícola local, en menor medida, tenga otros productos como el maíz, habichuela, sorgo, batata, yuca y plátano. También cuenta con una importante producción pecuaria.

Por otro lado, lamentamos que la semana pasada, los ojos del país se volcaron hacia allí, a raíz de un hecho que una joven de unos veintiún años, cuyo nombre preferimos omitir, fue violada hace unos meses por seis hombres, luego de haber ingerido una bebida y por la difusión de un video hace poco, es que se da cuenta de todo cuanto sucedió.

Es un hecho que para quienes tenemos hijas, nos causa repulsión y asco.  Cómo es posible que existan personas que puedan llegar a tanto y para colmo, grabarse cometiendo el crimen. Los delincuentes responden a los apodos de: Álvarez, Guaro, Ferere, Contreras, Fonso y Bebé o Chichí.

Nos preguntamos: Hasta dónde llegaremos como medio social en el que cada día no salimos de un asombro por hechos deleznables como el sucedido en Valverde, Mao, donde una joven fue descuartizada por su propio hermano.  

Y el filicidio, que es el crimen ejecutado contra niños por envenenamiento y asfixia, por parte de sus padres. Es como para preguntarse, qué nos ha pasado como sociedad, porque en los otros casos que hemos mencionado, existen aspectos de aparente problemas de la salud mental y la droga.  Pero en el caso de la joven de Villa González, es fruto de un acto puro de las mentes retorcidas de jóvenes que a pesar de haber cometido su horrendo hecho, lo dan a conocer, sin importarles la situación de la víctima.

De todo este hecho, un dato importante ha sido la actitud del pueblo de Villa González, que al enterarse de lo ocurrido, se levantó en protesta en contra de los implicados y se apersonaron al frente del cuartel de dicha comunidad para exigir la acción de la justicia.

A pesar de la indignación, los valiosos comunitarios prefirieron esperar y denunciar y que las autoridades actuaran.  Eso es actuar con la responsabilidad y la empatía de lugar a favor de la víctima y expresar que todos eran esa joven, queriendo indicar que se identificaban con su dolor, y todo por lo que había estado pasando sin saber qué lo había provocado. 

La joven narra que pasó meses sintiéndose extraña y su intuición le indicaba que algo malo había ocurrido, hasta que el video es difundido seis meses después.

Hoy, esa muchacha debe recibir todo el apoyo de las instituciones del Estado, que pueden brindarle asistencia para recuperar su salud emocional, ante el crimen cometido contra ella, porque aquí, no solamente hubo una afectación física y sexual, sino también de lacerar su dignidad y su intimidad.

Nos satisface ver que un pueblo como Villa González, donde están las raíces de nuestra familia, haya actuado en la manera que lo hizo, haciendo honor a una zona laboriosa, en su mayoría habitada por mujeres y hombres de trabajo y de bien.  Allí todavía se percibe la idiosincrasia de gente de pueblo, donde todos los comunitarios se conocen y se guardan las costumbres de mantener el respeto entre las personas.  

Ante este hecho que nos afecta a todos como dominicanos, y que lacera, felicitamos a los munícipes de esta gran comunidad por su solidaridad y empatía ante un hecho como el narrado más arriba.

Todos somos, ante este cobarde crimen, Villa González.