Por: José Jordi Veras Rodríguez

En este país al día de hoy está imperando la ley del desorden y el caos.  Quien busca cumplir la ley, es visto aquí como alguien extraño y que a fuerza lo quieren llevar a cumplir el mismo sistema de irse en rojo en los semáforos; de manejar en vía contraria; de manejar por las aceras; entre otras muchas más.

Antes se decía que los reales dueños del país eran los sindicatos del transporte en sentido general.  Ahora, ha resurgido algo peor.  El desorden creado por los que de forma desaprensiva e irresponsable andan en las vías o no, en motores de dos ruedas y que ahora se suma a las maniobras que éstos realizan al conducir por las calles y avenidas.

Todo esto inició en las avenidas y carreteras fuera del área urbana, donde veíamos las carreras realizadas y que tantos jóvenes han fallecido o han quedado incapacitados de por vida o los que han muerto producto de hechos creados por esta peligrosa y funesta distracción.

Pues ahora resulta que ciertos motoristas se han dado la tarea suicida de estar levantando los motores que utilizan en las calles y aun en medio del tránsito normal, creando consecuencias que han resultado en muertes, no solamente para quienes lo hagan sino contra quienes terminan colisionando cuando pierden el control de la máquina que llevan.  Tal como sucedió aquí en Santiago de los Caballeros, y lo reseñó una información noticiosa, cuando indicaba:  “joven boxeador Walberson Meléndez, de 29 años, quien falleció luego de permanecer varios días ingresado en el hospital regional universitario José María Cabral y Báez, tras ser impactado por un motorista que perdió el control de su vehículo mientras “calibraba”.

Es por todo lo anterior indicado, que hemos visto como una buena noticia y hasta una forma de esperanza, la decisión asumida por una magistrada del Distrito Judicial de San Cristóbal, Arelys Altagracia Pérez Caamaño, jueza de Atención Permanente, quien le impuso 15 días de prisión preventiva en contra del imputado, Vega Bautista fue arrestado en flagrante delito mientras conducía a alta velocidad y calibrando en una motocicleta marca Tauro, modelo Cg200, color Rojo, sin placa.

Este irresponsable, puso en juego la integridad física y la vida de los ciudadanos de esta comunidad.

El órgano persecutor del delito le dio la calificación jurídica provisional de violación al artículo 220 de la Ley 63-17, sobre Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial de la República Dominicana, que castiga la conducción temeraria o descuidada.

Usted podrá decir, tan poco tiempo, o que no debería habérsele impuesto la prisión preventiva, pero de alguna manera, debe enviarse un mensaje a este tipo de acciones y necesitamos la parte creativa de los jueces y fiscales, porque la actual disposición no agrava este tipo de acciones y en lo que esto llega, debe seguirse emulando este tipo de accionar judicial y fiscal ejemplar. 

La única manera en que en lo que ha tránsito se refiere podremos ir poniendo algo de orden a este desorden, es aplicando la ley y que la misma tenga mayores y graves sanciones en contra de quienes andan transitando en las calles de forma irresponsable y a sabiendas que si no cumplen con la prudencia de la conducción no tendrán otro desenlace que el de crear un daño.  De alguna manera legal y judicial, el justo tiene que defenderse de los impíos que no deseen acatar la norma. Hasta eso Dios lo ve.