José Jordi 

Hace unos meses, a principio de año, por este mismo Semanario, escribimos un artículo titulado, “A quienes han perdido la fuerza”, en el que hacíamos un llamado a aquellas personas que padecen de algún problema de salud mental o a quienes conocen de alguien con una enfermedad de este tipo, a que aprendemos a cuidarnos y ayudar a quienes lo padecen.

Hay que recordar, que no es solamente buscando restarle importancia a lo que cada persona pueda estar padeciendo que se ayudará, sino que nos hagamos conscientes que este tema es más preocupante hoy día de lo que podemos imaginar y tenemos que asumir una postura y actitud más humana y menos cuestionadora.

En el escrito al que hicimos mención más arriba, entre otras cosas, en esa oportunidad, indicamos, lo siguiente y citamos:

“Es para quienes hoy están atravesando por situaciones en que tiene que estar luchando entre su mente y el corazón, que así como deben buscar ayuda profesional, no deben dejar de lado buscar la fortaleza en lo espiritual, sea por un guía o por alguien que viva la Palabra en las Escrituras”.

“Que no duden ni por un segundo cuando comiencen a sentir síntomas en que han perdido el interés por el trabajo; desgano para no llevar a cabo lo cotidiano y el cansancio permanente”.  “Seamos ante quienes están hoy vulnerables, sensibles y buscando brindarle ayuda.  Es cierto, que si aquella persona que tiene estos padecimientos, tiene que querer buscar ayuda, no temer al qué dirán o que le cuestionen al respecto, porque es peor, permite deteriorar la mente y la voluntad. Dejemos los prejuicios y la soberbia”.

Que tengamos fe, pero una fe que tenga la seguridad y la certeza que a pesar de que no seamos capaces de movernos, podamos encontrar en su Palabra ese aliento que necesitamos para que sea posible mantener nuestra creencia en Él. Recordamos lo que dice Deuteronomio 31:8: “Y Jehová es el que va delante de ti; él estará contigo; no te dejará ni te desamparará; no temas ni te intimides”. 

Ahora bien, hace poco, leímos sobre el tema, y es lo que nos ha motivado, traer de nuevo a colación el escrito y el tema. Y es que especialistas del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), indicaron sobre esto, lo siguiente: “La salud mental de los dominicanos está en alerta. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 4.7% de la población dominicana padece de depresión, convirtiéndola en una de las principales causas de suicidio en el país”.

Y continúan, indicando, estos mismos especialistas, lo siguiente: La depresión no es sólo tristeza. También se manifiesta como irritabilidad, falta de energía, insomnio o apatía. Incluso puede pasar desapercibida para quien la sufre”, explica Maricécili Mora, psicóloga clínica y docente del INTEC”.

Además, “Solo entre 2019 y 2023, la tasa de suicidio osciló entre 6.60 y 7.13 por cada 100,000 habitantes, siendo los hombres los más afectados, con una diferencia de seis a uno frente a las mujeres”.

Esto es un tema, que como podemos ver, es posible verificarlo a tiempo, si ponemos mayor atención en nosotros mismos, y en los demás, cuando alguien cambia rotundamente su estado de ánimo ante la vida, o por otras causas como la apatía y la falta de interés en aquello que más le apetece hacer. 

Hoy día, debemos estar más prestos a brindar nuestra atención para escuchar y hasta para ser más empáticos, brindando un abrazo y expresando nuestras emociones, no reprimirlas.  En la especie de informe, del Intec, se recomienda lo siguiente: Romper el mito: “Expresar emociones no es debilidad, es valentía”.

Estemos claros, que para la salud mental, debemos echar mano a todos nuestros recursos, ayuda de cuidado físico, psicológica y espiritual, las tres tienen que ir de la mano. A cuidarnos para cuidar.