Por Mons. Freddy Bretón
Como es sabido, el Papa Francisco falleció el 21 de abril —primer día de la octava de Pascua— del año 2025, y el 8 de mayo siguiente, los cardenales reunidos en cónclave eligieron Papa al cardenal Robert Francis Prevost Martínez, quien tomó el nombre de León XIV.
Antes del cónclave y durante el mismo, hervía el tema en las redes sociales y también fuera de ellas. Todos parecían ser expertos vaticanistas. Muchos no ‘vaticinaban’ quien iba a salir elegido, sino que anunciaban al mundo con absoluta rotundidad el que tenía que ser elegido.
En ese lapso de tiempo me abordaron varias personas para preguntarme cuál creía yo que sería elegido. Los disuadí —con buenas maneras— de perder su tiempo preguntándome tal cosa, pues yo andaba siempre desubicado respecto al tema y a los pronósticos. Bastaba con que oráramos pidiendo a Dios lo mejor.
Al escuchar la noticia de la fumata blanca, y luego alguna semblanza sobre el elegido, me sorprendió gratamente su condición de cosmopolita —ciudadano del mundo— aun habiendo nacido en los Estados Unidos.
Al mencionar su nombre por primera vez en el ‘memento’ de los vivos en la Eucaristía, me sentí un poco torpe. Me fluía más fácilmente encomendar a Juan, a Pablo, a Juan Pablo, a Benedicto, a Francisco, y hasta a Pío… Pero me sonó fuerte lo del León. Y todavía más cuando se le sume el decimocuarto o catorce. Ya nos acostumbraremos.
Llovieron entonces por todas partes los piropos al pontífice y la acción de gracias a Dios por la elección realizada. Incluso escuché algunos buscándole semejanzas con otros pontífices y con diversas personas. En principio, a mí mismo, su aspecto me recordó en algo a san Juan Pablo Segundo.
Por supuesto, al tener por segundo apellido el de mi madre, Martínez, sonaron también las bromas al respecto. Yo aproveché una visita a mi tía Alfonsina —hermana algo menor que mi madre— para anunciarle que era pariente del Papa; ya esta tía rebasó los cien años de edad, pero se mantiene mentalmente lúcida. Ella no sabía la noticia, pero tampoco se sorprendió mucho. Se puso, de inmediato, a averiguar de cuál de nuestros antepasados podía descender…
Considero que el colmo en el tema de las comparaciones del nuevo Papa, ha sido llegar a decir que es físicamente parecido a quien esto escribe. Sí, algún aire tercermundista le noté desde el principio, pero considero que no es para tanto.
Una vez enterado el Santo Padre de este asunto, debería exigir enérgicamente ser resarcido a causa de tan tremendo agravio.
Ordenación en La Vega
Manuel Aboud
Nuevo sacerdote para servir a los demás
P. Nicolás Suazo
La Diócesis de La Vega, se ha llenado de alegría y está de fiesta, con la ordenación sacerdotal de Manuel Aboud.
La ceremonia estuvo presidida por Mons. Tomás Morel, acompañado por Mons. Hector Rafael Rodríguez, mons. Antonio Camilo, Mons. Rafael Felipe, obispo emérito de Barahona, Mons. Benito Ángeles, y un grupo de sacerdotes.
En la homilía Monseñor Tomás Morel expresó:
Así como Manuel, queridos jóvenes, no tengan miedo a entregar la vida por el Señor.
En el libro de la sabiduría, Manuel al escoger estas lecturas, pide a Dios, al igual que Salomón, la sabiduría para poder ejercer el ministerio que el mismo Dios le ha confiado.
Se debe tener cuidado con la sabiduría humana que nos hace vanidosos y nos puede hacer olvidar la verdadera sabiduria que es Jesús mismo.
Uno de los valores del sacerdote, es la comprensión, entender a la gente, escuchar a los fieles, estar cercano, pero sobre todo ser un pastor humano, con la gente, cultivando la fe junto a ellos.
Querido Manuel, tres cosas no debes olvidar en tu ministerio:
1- Amar a Dios y a tu Iglesia
2- La Caridad pastoral
3- El amor a los demás, al prójimo
Hay que formar una familiaridad con Cristo, para permanecer en Dios.
En la medida en que esa relación con Cristo es fuerte, la permanencia en Dios será duradera.
Oremos a María, madre de Las Mercedes, para que guíe y acompañe la nueva misión de este nuevo sacerdote, Manuel Aboud.
La Ordenación de Manuel fue el pasado diez de este mes en la Catedral Inmaculada Concepción de La Vega.