Foto en el camino
Así reza el eslogan de este año 2025 para el día en que intentamos hacer conciencia de la casa común: La Tierra.
El poder a que nos remite la línea es aquel capaz de transformar las fuentes naturales en energía limpia. Y, si, hemos avanzado en la transformación de las energías solar y eólica y en la diversificación de su uso.
Visto ese avance podemos dar valor al concepto de que “cuando se quiere se puede”.
El planeta invita a otro tipo de ejercicio de poder: El poder de la transformación interior. Un ejercicio de la voluntad individual y colectiva en la comprensión de que el planeta es finito; limitado en sus recursos y que esa limitación, cuando se encuentra de frente con la ambición, deja a alguien “fuera de la sábana”, deja a alguien carente de los recursos para mantener los niveles de un estilo de vida mínimamente digno.
Dos enemigos poderosos tiene el planeta: La necesidad y la ambición.
La primera es resultado de la desigualdad, y la segunda una manifestación de la atrofia intrínseca a nuestra raza de interpretar el poder y el tener como similares.
Así las cosas, el eslogan de este día de la tierra es motivante, porque se refiere a nuestro poder de transformar las fuentes de energía sostenible y la transformación de nuestra capacidad para hacer de este un planeta más armonioso, igualitario y feliz.
Tremendo reto.