Estamos alegres

0
23

Editorial

Cuando el Papa Francisco se asomó a la ventana del Hospital Gemelli, el pasado 22 de marzo, después de 38 días hospitalizado, la alegría envolvió los corazones de millones de personas en el mundo que estaban atentas a su delicado estado de salud.

Hubo lágrimas, aplausos, plegarias de gratitud al Creador y muchas escenas conmovedoras de un pueblo que le estima y le ama.

Ahora, al conocer las declaraciones oficiales por el doctor Sergio Alfieri, uno de los médicos que le atendió, donde explica los momentos más difíciles que vivieron cuando el 28 de febrero parecía que el Papa se nos iba, comprendemos una vez más el poder de la oración hecha por tantas personas que, desde diferentes latitudes, pidieron a Dios por la salud del querido Papa Francisco.

Desde CAMINO damos gracias a Dios por su recuperación, y como desde el inicio de su pontificado, Él nos ha pedido: No se olviden de rezar por mí.