Quienes han perdido la fuerza

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Realidades y extractos.

Por: José Jordi Veras Rodríguez.

Lo hemos resaltado en muchas ocasiones desde que salimos de la pandemia, que tantas veces indicaban los profesionales de la psiquiatría y de la psicología, de que ésta traería innumerables secuelas en el ámbito de la salud mental.

Y los efectos que se han visto han sido funestos.  Quién  no conoce a un familiar o un amigo o compañero de trabajo que no esté sufriendo de alguna enfermedad de salud mental.  Y una parte de la población que no cree sufrirla, o no lo aceptan o no lo han identificado.

Es para quienes hoy están atravesando por situaciones en que tiene que estar luchando entre su mente y el corazón, que así como deben buscar ayuda profesional, no deben dejar de lado buscar la fortaleza en lo espiritual, sea por un guía o por alguien que viva la Palabra en las Escrituras.

Que no duden ni por un segundo cuando comiencen a sentir síntomas en que han perdido el interés por el trabajo; desgano para no llevar a cabo lo cotidiano y el cansancio permanente.  Seamos ante quienes están hoy vulnerables, sensibles y buscando brindarle ayuda.  Es cierto, que si aquella persona que tiene estos padecimientos, tiene que querer buscar ayuda, no temer al qué dirán o que le cuestionan al respecto, porque es peor permite deteriorar la mente y la voluntad. Dejemos los prejuicios y la soberbia.

Aquellos que hoy buscan batallar contra lo que su mente quiere  hacerles creer todo lo contrario, que debe seguir sin rendirse para ser un sobreviviente de tal batalla mental.  Para quienes puedan estar ante una situación de dificultades, sepa que no se irán los problemas, quien debe estar fuerte es usted y saber que tiene en Jesús, el mayor protector para derrotar todo aquello que busca hacerlo claudicar.  Les decimos, lo siguiente:

Que tengamos fe, pero una fe que tenga la seguridad y la certeza que a pesar de que no seamos capaces de movernos, podamos encontrar en su Palabra ese aliento que necesitamos para que sea posible mantener nuestra creencia en Él. Recordamos lo que dice Deuteronomio 31:8: “Y Jehová es el que va delante de ti; él estará contigo; no te dejará ni te desamparará; no temas ni te intimides”. 

 El va delante de ti, es tu escudo y protección y te dice: que no temas ni te paralices porque Él va contigo en aquello que te ha impedido avanzar o te llena de temor tus días y noches. No te abandonará. Entonces no lo hagas tú.

El te quiere seguro en la fe, no con dudas. Por eso, debemos recordar lo que le preguntó el Señor a Jeremías: “¿Qué ves? Y él le respondió: “una rama de almendros…”. Esto, nos recuerda la fortaleza del almendro que crece en la parte final del invierno y nos señala que debemos ser fuertes y saber que si ha puesto esa semilla, tendrá un fruto creado por El y así lo está haciendo en nosotros que estamos caminando a su lado cuando oramos o leemos la Palabra. 

A ti, que hoy estás sintiendo los efectos de una enfermedad mental, queremos que recuerde lo que nos dice el Salmo 28:7: “Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confía mi corazón, y me ayuda, por lo que se regocija mi corazón, y con mi cántico le alabaré”.

Sabemos que no es fácil, pero no dejes de buscar ayuda para la parte psicológica, y busca fortalecer tu parte interior y para ello mejora tu relación con Jesús.