Los ángeles son figuras prominentes en las tradiciones religiosas, especialmente en el cristianismo, donde se les considera mensajeros de Dios. Su presencia en la Biblia nos muestra que están dedicados a servir y proteger a la humanidad, guiándonos hacia un camino de santidad.
Desde el Antiguo Testamento, los ángeles son presentados como seres que intervienen en la vida de las personas. Por ejemplo, en Génesis 16:7-13, el ángel del Señor se encuentra con Agar en el desierto, ofreciendo consuelo y dirección. Este relato resalta que los ángeles no solo traen mensajes divinos, sino que también actúan como guías en momentos de desesperación, mostrando que la santidad implica reconocer la presencia de Dios incluso en nuestras dificultades.
En Éxodo 23:20, Dios promete a Israel: “He aquí, yo envío un ángel delante de ti para que te guarde en el camino y te traiga al lugar que he preparado”. Este versículo subraya el papel protector de los ángeles, quienes nos conducen hacia la tierra prometida de una vida santa. La santidad, entonces, se entiende como un viaje, y los ángeles son nuestros compañeros en este camino, asegurándose de que no nos desviemos de la voluntad divina.
El Nuevo Testamento tam- bién resalta la importancia de los ángeles en la vida de Jesús. En Mateo 4:11, después de su tentación en el desierto, “vinieron ángeles y le servían”. Este acto de servicio nos muestra que incluso el Hijo de Dios se benefició de la asistencia angélica, subrayando la necesidad de apoyo en nuestro propio viaje hacia la santidad. Los ángeles nos inspiran a buscar esa ayuda divina, recordándonos que la búsqueda de la santidad nunca es una tarea solitaria.
La santidad es, ante todo, una respuesta a la llamada de Dios. En 1 Pedro 1:15- 16, se nos instruye: “Si es santo el que los llamó, también ustedes han de ser santos en toda su conducta, según dice la Escritura: Serán santos, porque yo soy santo”. Este llamado a la santidad es un recordatorio de que, al vivir de acuerdo con los principios divinos, reflejamos el carácter de Dios. Los ángeles, al ser seres completamente dedicados a la voluntad de Dios, nos muestran el camino hacia esa vida santa.
Además, en Hebreos 1:14, se nos dice: ¿Pues todos ellos no son más que funcionarios espirituales, y reciben una misión para bien de los que recibirán la salvación?”. Este versículo refuerza la idea de que los ángeles son enviados para servirnos, apoyándonos en nuestra búsqueda de la santidad y de una relación másprofunda con Dios. La herencia de la salvación es un regalo divino, y los ángeles nos ayudan a reconocer y abrazar este regalo a través de la fe y las buenas obras.