XXXII DOMINGO DEL T. O.
Para que un amor pueda ser puro Por sus amigos debe luchar Sin tener un corazón duro A Cristo siempre hay que imitar.
Si la plena felicidad consiste En la acumulación de bienes En amar al otro, Jesús insiste Te da más de lo que tienes.
Hay más felicidad en dar Que en el mismo recibir Ayudar al otro es procurar El mayor bien a percibir.
Caminemos bien seguros A la Casa de nuestro Dios Para que tengamos, ya puros, Un puesto en la Casa de Dios