JULIN
Fundación Zile
La Fundación Zile (FZ) expresa su más enérgico rechazo a los recientes llamados al odio en Haití, que han surgido en respuesta a las deportaciones y a los casos documentados de malos tratos que han sufrido haitianos en la República Dominicana. Afirmamos con firmeza que la violencia nunca puede ser una solución; cualquier forma de represalia únicamente perpetúa un ciclo de sufrimiento y desconfianza entre nuestros pueblos.
En este contexto, hacemos un llamado a las autoridades haitianas para que garanticen la protección de los dominicanos que residen, trabajan y contribuyen al desarrollo de la sociedad haitiana. Del mismo modo, instamos a las autoridades dominicanas a proporcionar la misma protección a los haitianos en su territorio, asegurando que los casos de malos tratos denunciados sean investigados de manera exhaustiva y que los responsables sean llevados ante la justicia. La seguridad y el respeto por los derechos de todos los habitantes, sean temporales o permanentes, deben ser prioridades fundamentales para fomentar un ambiente de convivencia pacífica.
Es crucial reconocer que los movimientos migratorios en nuestra región demuestran que haitianos y dominicanos a menudo compartimos las mismas embarcaciones en alta mar y formamos parte de las mismas caravanas que parten desde Centroamérica, integrándonos en lo que se conoce como la “vuelta por México”. Estas experiencias compartidas han dado lugar a innumerables historias de solidaridad en los momentos más difíciles de estas travesías peligrosas, resaltando la ayuda mutua que caracteriza a nuestros pueblos.
En la actual coyuntura, las movilizaciones y manifestaciones relacionadas con el tema migratorio, aunque constituyen un ejercicio legítimo de la libertad de expresión, pueden acentuar las tensiones en el delicado manejo de las relaciones bilaterales, especialmente ante la complejidad de la crisis en Haití.
Por ello, exhortamos a los organizadores de estas movilizaciones a explorar otras formas de expresar sus sentimientos, sin comprometer la esencia de la construcción de un futuro próspero y sostenible para todos. Instamos a aquellos activistas que perciben al vecino como un enemigo, a reflexionar sobre las repercusiones de sus palabras y acciones, cultivando la humildad necesaria para preservar la convivencia pacífica y solidaria entre ambas naciones. Ayer, hoy y siempre, la interdependencia entre nosotros es una realidad innegable.
Es esencial que la disposición expresada por los dos gobiernos para entablar un diálogo, se materialice con urgencia, abriendo paso al entendimiento y acciones concretas de colaboración y buena vecindad. Solo así podremos evitar fomentar la indiferencia o el rechazo, actitudes que agravan la tensión y el conflicto.
Fundada en: el año 2005, en Santo Domingo, y co-presidida por el Obispo De Beauvoir (Haití) y el padre Julín Acosta (República Dominicana), la misión de la FZ es contribuir al fortalecimiento de la paz y la cooperación en la isla. Reiteramos nuestro compromiso de seguir promoviendo el diálogo, la inclusión y la solidaridad entre nuestras comunidades. Solo a través de estos esfuerzos podremos construir un entorno insular en el que todos podamos vivir en armonía y prosperidad.