Por: Arismendy Martinez
Porque no soy un político partidista
Como ciudadano he sabido poner en una balanza mis deberes y derechos, para poder alcanzar una estatura moral, donde la honestidad es mi bandera de lucha, el amor al trabajo mi diversión más preciada y el deseo de servir al prójimo, mi estandarte de presentación cotidiana.
Por esa premisa, nunca he aspirado a alcanzar riqueza sin trabajar; a tener conocimientos sin carácter; a hacer negocio sin ética; a procurar ciencia sin humildad; buscar el placer sin conciencia; practicar una religión sin sacrificio; a ejercer la política ciudadana sin principios éticos.
Estas razones, me han llevado a valorar mi libertad ciudadana y tratar de mantenerla sin pertenecer a ningún partido político, pues estoy convencido que el día que decida ser miembro de uno de esos grupos, ese día habré sepultado la libertad con la que Dios me ha creado.
Amparado en esta premisa social y espiritual, así mantengo mi integridad a la que valoro por encima de cualquier bien terrenal que me resulte valedero momentáneamente y que me sepulte en vida, antes de que me llegue el momento de la inminente partida. Bendiciones.