-Monserrat de Mena
“…Ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro, y a veces lloro sin querer”. Qué bien expresó Rubén Darío en sus versos el sentir de los jóvenes y para ti, juventud de hoy, te escribo.
Esos años hermosos no vuelven, lo que no haces ahora, tal vez no podrás realizarlo más tarde. Por eso dedícate a estudiar, poniendo toda tu alma y tu esfuerzo para que en el futuro seas un(a) profesional útil a la sociedad, a tu familia y a tu patria.
Que la honestidad y la honradez sean tu norte, que tu fe sea un escudo para luchar contra las tentaciones del mal; honra y respeta a tus padres; ama mucho, ama siempre, ama a tu familia, a tus maestros, ama el país que te vio nacer, ama la naturaleza, la música, sobre todo ama los libros, en ellos encontrarás un caudal de emociones infinitas y una fuente de sabios conocimientos.
Dice un proverbio hindú: “Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora”.
Ten buenas amistades, que tengan ideales y luchen por realizarlos. Mantén tu mente ocupada en cosas altruistas. Trabaja para ayudar al prójimo, al necesitado. Que nadie se acerque a ti sin encontrar una respuesta, ya sea una caricia, una palabra de aliento, un consejo, un apretón de manos, una mirada; todo eso vale mucho y cuesta poco.
Se te presentarán situaciones difíciles en la vida, no te detengas, confía en Dios y agárrate muy fuerte de su mano y verás que todo pasa, como se disipa la oscuridad y amanece un nuevo día.
“Cuando el amor te guía, cuando la verdad te acompaña y cuando eres responsable, tienes alas de libertad. Que nada ni nadie te esclavice. ¡Naciste para ser libre!” (Gonzalo Gallo).
Dijo el padre Dubert en una homilía: “No teman a los que pueden matar el cuerpo, tengan miedo a los que pueden matar la ilusión, a los que arranquen la libertad, que son las dos alas que tenemos los hombres para volar”.
Recuerda que existen cuatro cosas en la vida que no se recuperan: una piedra después de haber sido lanzada; una palabra después de haber sido proferida; una oportunidad después de haberse perdido y el tiempo, después de haber pasado.
La vida es hermosa si sabemos vivirla en paz y armonía. El ayer es historia, el mañana es misterio y el hoy es un regalo, por esa razón es que se llama “presente”. El cómo disfrutes el presente depende de ti mismo. Sonríe a la vida.
“Disfruta el rojo del amor, vive el blanco de la paz y dibuja tu mañana de la verde esperanza; no permitas que el gris te nuble, recuerda que el azul del cielo siempre estará para ti”. (Matices de esperanza para el alma).
Dijo la Santa Madre Teresa de Calcuta: “Sigue aunque todos esperen que abandones; no dejes que se oxide el hierro que hay en ti; haz que en vez de lástima te tengan respeto. Cuando por los años no puedas trotar, camina; cuando no puedas caminar, usa el bastón, ¡pero no te detengas!
Juventud, sigue dando pasos firmes hacia el mañana, y que el Señor te bendiga.