Lo que vemos del árbol es la parte más delgada: El tronco.
Cada árbol es un laboratorio complejo que recibe un insumo: La luz, y lo transforma en productos de vida y control.
Mientras más grande es el dosel (la parte de follaje) del árbol, más fotones (partículas de luz), recibirá. Esta es la parte luminosa del proceso. Las tres fases siguientes (fase química) ocurren en los sistemas tubulares (fotosistema) de los cloroplastos (de ahí clorofila): Se divide el agua reduciendo sustancias y generando otras como el oxígeno. La fase final es la fijación de Carbono en el suelo.
Cada vez que eliminamos un árbol, reducimos la capacidad global de procesamiento de la luz solar, los fotones llegan libres a los espacios de refracción y su contenido vital se pierde generando procesos paralelos nocivos para la vida como es el aumento de la temperatura global.
Reducimos la capacidad de cohesión de los suelos y la intercomunicación de las especies de flora debido a la muerte del sistema radicular.