Por: José Jordi Veras Rodríguez.
Hoy podemos reafirmar con el pasar de los años, que nos seguimos sintiendo orgullosos del padre que papá Dios nos regaló. Eso no hay poder humano que lo cambie.
Precisamente que estamos, no solo en el mes, sino en la semana y día en que celebramos tan importante y especial fecha. Porque nos hace el recuento obligatorio a cada uno de nosotros, lo que ha sido la figura responsable, no solamente de un padre, sino de una guía, luz y orientación.
Me viene a la mente lo que siendo niños, orábamos, sin tener mucho conocimiento sobre la presencia de Dios, como la tenemos hoy. Y evitar, perder su existencia a destiempo o temprana edad. Era por esto, y consciente de la época que vivíamos para los doce años de Balaguer, que sabíamos que nuestro padre salía a defender presos políticos, sin importar su ideología, color, ni forma de pensar, solo por sus principios. Todos en el hogar, estábamos claro lo que aquello suponía. Por esto, cada vez que cruzaba la puerta hacia la salida y la calle, pedíamos a Dios, que nos lo devolviera con vida.
Hoy día, hemos buscado, tomar lo propio y sus mejores enseñanzas, para formar a nuestros hijos, Miranda y Mauro, y de los cuales estoy completamente orgulloso, no solo de lo que han logrado a nivel académico, sino por lo que son como seres humanos.
Ellos están llenos de un corazón empático y justo. Tiene una visión como parte de una generación, que ha venido a mejorar lo que tenemos, no solamente, como sociedad, sino como mundo. Son una mucho mejor versión de lo que somos nosotros, y nos sentimos complacidos por ello, esperando que Dios les permita seguir trillando ese camino y no sea desviado por nada humano.
Nuestro mayor regalo como padre, es verlos en salud y luego, que han sido valientes sobrevivientes de episodios en que quien escribe vio comprometida su existencia, que no se supone que debía estar hace años siendo parte de este mundo, haber sido hoy, tan solo un recuerdo.
Nuestra vida, siempre tendrá en primer plano, el agradecimiento a Dios, de habernos ofrecido la segunda oportunidad de vivir para verlos crecer e irse convirtiendo en lo que son hoy.
En brindarnos la segunda oportunidad de hacerlo mejor de lo que lo hubiéramos hecho antes de la pausa de la vida. De hacernos conscientes, de que respirar es un privilegio que debemos abrazar cada mañana y vivir desde la gratitud.
Hoy día, requerimos padres más comprometidos, pero no solamente con pasar unas horas de cumplimiento con los hijos, sino de mostrarles, recordarle, decirles, que los amas. Que puedas dar un abrazo en el que ellos sientan ese amor y entrega.
Necesitamos, hombres más sensibles, menos creerse que mostrar esos sentimientos, no los hace débiles, todo lo contrario, que es una virtud que debe ser replicada porque eso redundará en ellos de forma positiva y enriquecedora. Y nos hará mejor como sociedad. En la cual requerimos cambiar el paradigma. Hoy muchos adolescentes, están gritando en silencio, porque no tienen dónde desahogar sus frustraciones. Que tus oídos sean, sino el primero, parte de su clamor.
No esperes más, ahora que lees esto, hazlo simple, y permite que vean en ti, quien sea su héroe, y que su mejor capa, es un gran corazón que ama y escucha, no solamente corrige.