Por: José Jordi Veras Rodríguez
Hace poco, se dio a conocer la decisión en un caso judicial penal, que fue de mucha notoriedad porque la figura envuelta, su padre es un comunicador conocido y su hijo fue condenado como cómplice del crimen en contra del joven, Joshua Fernández, que saliendo de una discoteca celebrando su cumpleaños, encontró la muerte ante un asalto del que fue objeto.
Este es un caso en el que se envían señales, porque en ambos lados hubieron familias afectadas, las de Joshua, porque con la pérdida de su vida ya no podrán disfrutar de su existencia, ni lo verán crecer, ni ver sus sueños realizarlos. Y la de los demás jóvenes, que no llegan a los veinticinco años que decidieron asumir un camino buscando lo fácil, peligroso y riesgoso, y que al final, tuvieron el resultado fruto de las consecuencias de su mal comportamiento.
Fue importante, dos comentarios que realizaran las magistradas que conocieran del caso, uno de ellos fue: “Hay que verificar lo que hacen los hijos en casa de manera vehemente y persistente y no desistir. Porque como padres todos asumimos la responsabilidad aunque aun así hay jóvenes que salen de esa guía y ahí es donde entra el tribunal a tomar decisión”. Es importante, saber en qué están nuestros hijos y no celebrarles sus inconductas, no alejarlos, sino conversar y dialogar con ellos, buscar toda ayuda y orientación necesaria que nos permita llegar a ellos y a su forma de pensar, sin querer imponer, sino tener mejor manera de tener su confianza.
A veces nos enfrascamos en muchas cosas y la vida rápida que llevamos, nos impide observar señales que estamos viendo y creemos que no es de importancia y las dejamos de lado y es ahí donde en la cotidianidad podemos perder lo principal.
Otra de los mensajes que expresó la magistrada que motivaba la decisión, indicaba, lo siguiente: “Y qué bueno que aquí en este proceso se hayan dado cita tantas personas con tantas cámaras. Es momento de que la sociedad reflexione de manera general, es necesario que se vea lo que está pasando, el dinero fácil: hay que trabajar…”. En estas palabras, se expresa que hoy día, nuestros jóvenes enfrentan muchas amenazas que les muestran supuestos “ejemplos”, de que haciendo tal o cual cosa pueden adquirir o pueden lograr metas sin más esfuerzo que el susto de hacer lo indebido o llevar a cabo bellaquerías pensando que nunca serán sancionados ni atrapados.
Todo este hecho nos recordó aquel pasaje bíblico, que indica: Jesús compara a aquellos que escuchan y obedecen sus palabras con alguien que construye su hogar sobre la roca”. (Lucas 6:47-48). No dejemos de intentar sembrar día a día, en nuestros hijos, la semilla de la bondad, humildad, solidaridad y la fe. La sociedad de hoy, está siendo construida sobre base que no son de mucho valor y principios, y que la violencia está siendo dominante. Y eso debemos mejorarlo.
Procuremos hacer crecer a nuestros hijos y seres queridos, sobre la base del amor, la comprensión, la sensibilidad y la empatía.
En esta semana, terminando un curso, alguien nos preguntó: ¿Cómo quisieras que te recordaran? Y esto tiene que ver, sobre cómo quieres caminar, sobre cuáles pisadas o huellas estás dejando, que quien viene detrás de ti estará viendo. Entonces, busca darle prioridad, a que no vives a solas o no vives aislado, que es de valía, saber que aquello que transmites sirve también para construir tu entorno, sobre roca, y no sobre arena.