-Jordi Veras Rodríguez.
A veces nos hemos preguntado: ¿Qué hace una persona creíble? Muchos dirán, simple, sus hechos y acciones. Y le deberíamos agregar, la intención que se tiene en cada una. Si, porque es posible que aquello que mueve algunos no es la buena fe, aunque desee aparentar bondad con sus acciones. O detrás de cada una de ellas, lo que existe es solamente pensando en que oportunidad sacó de cada una de ellas.
Hay momentos en que una creencia nos dirige a hacia un camino que al final, podemos sacar mejor propósito que aquel por el cual iniciamos. Esto lo traemos a colación por varias razones, la primera, el ejemplo de la vida de Mandela o Nelson Rolihlahla Mandela o Madiva, como le decían sus más allegados, que tenía origen en el clan al que pertenecía. Inició creyendo en la forma pacífica de resolver los conflictos de color y étnicos y sin embargo, hizo un cambio radical, hacia la toma de armas y sabotaje, por lo que fue encarcelado por años, hasta que al salir de la cárcel, por lo que es reconocido es por volver a sus inicios, en creer y practicar el pacifismo. Aún luego de morir, dejó un legado que hoy perdura. Sembró, no para él, sino para que otros vieran en su legado, una forma de caminar. Hoy día se sigue teniendo la elección, o por la destrucción, los prejuicios, o la paz.
Asimismo, nos sucede a veces, y le sucedió a Jesús, porque también a él quisieron desconocer sus obras, milagros, y la Palabra que practicaba. Al final, todo cuanto hizo por nosotros, fue por lo que se sacrificó y se llevó a la cruz. Buscaban acabarlo, porque había temor en que se pudieran propagar sus ideas, su gran amor y pensamiento.