La fotografía es “pintar con luz”, como definición. Por tanto, las leyes físicas inherentes a la luz y todo lo que implica: dirección, calidad, tipo, etc., son vinculantes a la fotografía.
En ese orden se trabaja con tres variables básicas para obtener una imagen: velocidad del parpadeo de la cámara (tiempo), apertura del ojo de la cámara y sensibilidad de la película (en la modernidad: sensibilidad del sensor electrónico)
Hasta aquí todo bien, pero hay más. La fotografía en su contenido va a depender mucho del fotógrafo y su estilo.
La composición, por ejemplo, es una variable propia del estilo de cada fotógrafo y dentro de la composición una condición excepcional de la fotografía que es segmentar y separar del todo aquella parte sujeta al parecer del fotógrafo y a la capacidad de su equipo.
En la fotografía de aves, por ejemplo, utilizamos lentes cuyo segmento a separar del lienzo del espacio total, es mínimo tomando en cuenta que algunas aves pequeñas apenas tienen centímetros de longitud.