Por Richard Murray
Hoy en día los cristianos están llamados por las mismas realidades humanas y materiales no sólo a estar despiertos, sino a estar en pie de lucha. Lo bueno del caso es que Cristo ha indicado que debemos estar al tanto de las señales de los tiempos, Mt 16, 3. San Juan XXIII decía que la Iglesia tenía que estar al tanto de las señales de los tiempos, dando inicio así al Concilio Vaticano II.
Ha llovido mucho de aquel tiempo para acá. Mucho ha tomado lugar en la ciencia y la tecnología. Ya hace 58 años desde el Concilio, medio siglo y casi 25 años entrados en el Tercer Milenio. Mucho ha pasado en el mundo desde el Concilio tanto de progreso como de atraso, especialmente las guerras, hasta el día de hoy.
La ciencia y la tecnología, unidas, llevan el mundo a pasos gigantescos a un futuro incierto que va dejando al mismo hombre al margen. A estos pasos gigantescos se refiere el título sobre Inteligencia Artificial y la Robótica. Son particularmente significativos en el mundo del entretenimiento, la literatura y ciertos tipos de trabajo. En el primero la Inteligencia Artificial (IA) sirve para componer textos e imitar voces y poner imágenes de artistas. Recientemente, hubo una larga huelga en Hollywood de parte de actores y otros artistas para proteger sus derechos y el uso de imágenes.
En lo referente a la robótica, mientras más se perfecciona, más personas pierden su trabajo. Se estima que unos tres mil millones de personas perderán sus trabajos. Muy probablemente serán más personas que ese estimado.
Como ya se ha indicado, se está desarrollando rápida y ampliamente la IA y la Robótica. ¿Qué significa esto para las poblaciones? Sencillamente una violación de sus derechos. Hace fal ta cuestionar a los gobiernos y a los empresarios sobre la violación de la dignidad humana. Hace falta urgentemente que los cristianos con los demás ciudadanos promueven discusiones públicas sobre leyes para proteger la dignidad y los derechos de los ciudadanos.
Está claro que la tecnología avanzada no debería absorber más los espacios de trabajo, ya insuficientes en todas partes del mundo, especialmente en los países menos favorecidos con fuentes de trabajo.
Por otro lado, con menos trabajo, se dificulta mantener a la población de mayor que ya no produce y depende de los que los han sucedido para una vida digna con comida, vivienda, medicinas y ropas. En otras palabras no se pueden quedar callados, sentado a un lado sin VER, SENTIR y REACCIONAR a un DRAMA que está aconteciendo ante nuestro ojos.
Claro está que no se rechaza ni se opone al legítimo progreso humano. Pero al mismo tiempo ese progreso debería ser orientado al mayor bien del mayor número de personas.
Terminó el Primer Foro Nacional de Salud e IA en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra en Santo Domingo. Ahora con máquinas haciendo mucho del trabajo que antes hacía un humano.
Habrá que ver cómo se repartirán ahora los gastos ya que las máquinas no son seres vivos con las necesidades que tienen los seres humanos tienen reducidos papeles en el cuidado de los pacientes. ¿Cómo se calcularán los gastos ahora: los médicos, las enfermeras, los seguros, los hospitales y las clínicas? ESTEMOS ATENTOS.