Apolinar Ramos
Silencio, oración y paz, así dice un letrero que está en el patio frontal del Monasterio Santa María del Evangelio, de los Monjes Cistercienses, ubicado en Jarabacoa, y nos encontramos Mabel Fernández, Sabrina Martínez, Ana Delia Santos, padre Guillermo Perdomo, director de Santa María, y un servidor, el pasado 31 de octubre, cuando estuvimos en este lugar.
La visita coincidió con mi cumpleaños, y para mí fue una bendición compartir un momento de oración con estos queridos hermanos.
Su alegría es contagiosa, y su estilo de vida nos lleva al camino de lo trascendente.
Salir del bullicio ensordecedor de la ciudad nos hace bien. Este lugar precioso, en donde la naturaleza nos presenta la grandeza
de nuestro Creador, debiéramos visitarlo con más frecuencia.