María Altagracia Jiménez, Calderón, Ada, nació el 25 de marzo de 1948 en Pontezuela, Santiago. Se graduó de maestra en la Escuela Nuñez Molina, de Licey.
Llegó a la comunidad de Colorado en los años setenta, en donde ha dejado huellas de un trabajo en bien de los habitantes de este sector de Santiago.
Fue catequista, formadora de una generación de jóvenes que hoy sienten su partida. Promotora de la literatura, realizando dramatización con sus estudiantes, fue parte del Coro Corazón.
A la Pastoral Juvenil y a los clubes culturales lo llenó de entusiasmo, para que los jóvenes tuvieran ideales nobles.
Luchó para que la comunidad tuviera un liceo, junto a los profesores Manuel Lantigua, Luis Ureña, y otros. Hace varios años los líderes de la comunidad propusieron que el liceo llevara su nombre, y la propuesta fue aceptada.
Escribió libros de poesía, y uno que relata sus experiencias en el magisterio.
Su amigo Manolo de la Cruz, la describe como una mujer positiva, coherente, y comprometida para tener una sociedad más justa y fraterna.
Sus hijos Juan Manuel, Rossy y Anny junto a la comunidad. dan gracias a Dios por su vida de entrega y a los demás.
El próximo martes 29 de agosto, a las 10 de la mañana será la misa final en la parroquia La Presentación del Señor, de Colorado, y a las tres de la tarde la celebración de La Palabra en su hogar.