-José Jordi Veras Rodríguez
-Realidades Y Extractos
Hace poco fuimos a pagar una multa, porque supuestamente íbamos hablando por el móvil cuando en realidad no teníamos la necesidad de hacerlo porque nuestro vehículo tiene la facilidad como la mayoría de los carros, de tener el sistema integrado de conversación y micrófono por medio del Bluetooth o de conexión inalámbrica. O sea, que no iba distraído teniendo mis manos en un aparato.
A pesar de la injusticia, y que podía ir al Tribunal a buscar imponer nuestra aseveración por encima de la fe que imprime la autoridad cuando alega o dice que algo ha sucedido, preferí no perder el tiempo, y fui a pagar la multa.
Lo penoso de todo esto, no es que nos hicieran pagar. Es que se está permitiendo perder la esencia de la misma persona que representa autoridad, que tiene su base en el poder de la confianza y con esto debemos tener cuidado.
Pero el asunto no termina ahí. Cuando procedo a pagar la dichosa multa me dice el cajero del Banco que debo otra de marzo de este año, y le indicó al joven que esa hace rato que la había pagado. Esta fue por ir a exceso de velocidad en la autopista Duarte camino a Santo Domingo, algo que pagué a sabiendas porque iba a 102 kms en una zona de 100km. Pero lo hice y pagué. Evidentemente, el empleado nos indicó lo que ya sabía, de que debía ir al Tribunal de tránsito y exponer mi posición ante Fiscal y Juez.
Sin embargo, tal como le dije a él, no perdería mi tiempo porque ya había botado el recibo de pago y no tenía manera de probarla. Qué resulta, que nos sucedió como hemos escuchado a otros afectados que han pagado multas, y le siguen apareciendo, o le han colocado infracciones que no han cometido. Entonces, ¿Qué pretende la Digeset para resolver esto? ¿Tienen idea de lo que es la importancia de la confianza en una autoridad? Creemos que lo deben saber, porque fue parte de lo que rescató el ingeniero Hamlet Herman cuando dirigió la Amet, y le devolvió la credibilidad que ya no se tenía en los agentes de tráfico.
Ante los hechos ya narrados, debemos colegir y sugerir, que nadie bote sus recibos de pago, o tirarle una foto y captura de pantalla para el momento en que se le quiera exigir aquellas ya pagadas. Ahora, ¿qué hacer contra las que usted no cometió? Proceder a protestarlas ante el Tribunal de Tránsito hasta que la institución regente, o responsable, asuma y se decida a revisar el sistema y sus agentes.
Este país debe mejorar mucho, y más en materia de tránsito donde mueren anualmente miles de personas, por la forma en que conduce una gran parte de los ciudadanos. ¿Por qué no se hace una revisión de los vehículos que transitan en las vías, principalmente, los pesados y también de sus conductores?
Lo que tenemos que estar conscientes, es que aquí se impone autoridad para quienes tienen la decencia de cumplirla, y no contra quienes se comportan como tígueres desalmados amparados en el desorden organizado.