Por: José Jordi Veras Rodríguez

Cada día parecería como algo advertido desde hace años sobre el tema haitiano. Y ahora, que estamos previo a una campaña electoral que cada día es algo que está sucediendo a pesar de lo que establece la ley al respecto en cuanto al tiempo.

Hace muchos años que aquí se ha escrito sobre lo que el Estado Dominicano, tenía que haber hecho para evitar lo que hoy estamos padeciendo en ese asunto del aspecto haitiano. Pero el tema sigue asumiéndose desde un punto de vista del supuesto patriotismo, cuando en realidad es simplemente un motivo que ha enarbolado un sector ultra conservador, no para resolverlo sino para complicarlo. 

Mientras se siga asumiendo el tema haitiano como que el problema es solamente de los haitianos o que si ellos vienen a este lado es porque sí. Es producto de lo que sucede en todo fenómeno migratorio, donde existiendo un país más desarrollado y vecino, que los que viven en el menos favorecido, emigren al primero. Seguiremos viendo cómo todo se continúa descontrolando sin que nada tenga una solución.

En otros países se da el fenómeno migratorio y cada Estado pone sus reglas de juego. Eso es lo que nos ha faltado, siempre. Aquí hay sectores, el político y el económico que se ha beneficiado y se sigue beneficiando del desorden que existe. Y por eso tenemos, en el área de la construcción y de la agricultura que si bien queremos regularlo, hasta dónde estamos preparados para asumirlo. Porque según la última Encuesta Nacional de Inmigrantes, del año 2018, la población ocupada de haitianos era del 76.8% de los cuales el 33% laboraba en el sector agropecuario. Y según la Junta Agroempresarial Dominicana, más del 90% de los trabajadores operativos en ese ámbito son de origen extranjero.

La Confederación Dominicana de Micro, Pequeña y Medianas Empresas de la construcción, indica que desde hace años, ha indicado que la mano de obra haitiana, ha ido desplazando la dominicana.

Queremos pensar que un muro; o expresiones patrióticas fuera de lugar harán cambiar lo que hemos descuidado por años.  ¿Hasta cuándo seguiremos tomando la misma actitud? Alejemos este tema de todo aspecto de campaña política y asumamos con conciencia lo que hace tiempo debíamos haber tomado teniendo todas las fuerzas políticas, económicas, y sociales, dispuestas en asumir y poner las reglas de juego frente al tema haitiano, pero con dignidad para cada emigrante o aquel que desee venir a trabajar contratado legalmente.

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