EDITORIAL

Busquen otro método

El desarrollo de los pueblos se estanca cuando el sistema educativo es débil. Las naciones que han pasado por momentos difíciles a causa de la guerra han podido levantarse gracias al fortalecimiento del proceso enseñanza-aprendizaje.

Aquí no hemos aprendido la lección. Tenemos décadas viendo una relación tortuosa entre el Ministerio de Educación y la ADP. Se hacen acuerdos que luego son violados. Con el logro nacional de tener un 4% para el Ministerio pensábamos que sería el arranque definitivo de la educación dominicana. Sin embargo, hemos visto que seguimos anclados en el mismo pantanal de la incomprensión.

Nos duele ver que los más perjudicados de esta situación son los estudiantes que provienen de familias pobres. Están sometidos a la suspensión de la docencia, por distintos motivos que enarbola el sindicato que agrupa a los docentes.

En este contexto se enmarca el no inicio de las clases en algunas seccionales de la ADP, después del feriado navideño.

Las consecuencias de estas paralizaciones las vemos en el poco  dominio de materias básicas que luego se reflejan algunos estu­diantes cuando llegan a las universidades. De ahí que muchas fami­lias se sacrifican hasta el extremo, perjudicando el presupuesto del hogar para enviar a sus hijos a los colegios.

Necesitamos una escuela pública acorde con las necesidades de estos tiempos. Centros educativos en donde la enseñanza no sufra interrupciones. 

Necesitamos también que la relación Ministerio de Educación y ADP sea armoniosa para el bien del país. Que el magisterio nacional busque otro método de lucha para exigir sus reivindicaciones. Así no se agrietará la admiración y el respeto que merecen, maestros y maestras. Esperamos que reine la sensatez.