Flor de las Moscas

El final del otoño y los primeros escalones del invierno, tiempo por lo general húmedo, es el tiempo que la naturaleza le ha designado a la Stapelia Gigantea para florecer.

De hecho, por su naturaleza, pertenece a climas secos y es una acumuladora de agua; se asocia a las plantas llamadas suculentas.

Su envergadura baja y tupida toma gracia cuando florece, unos bulbos, parecidos a la terminación de las torres otomanas se abren dejando ver su interior en forma de estrella de mar.

La fragancia que emite esta flor es la que marca su característica ambiental particular. Un olor potente y desagradable que solo atrae a moscas y larvas, que contribuyen así a su polinización y supervivencia; hecho que nos regala la oportunidad de apreciar una flor diferente y única en su especie.