Del libro Poesías Completas de Mons. Freddy Bretón

Girasol

Gira, girasol

en el cuadrante infinito de tus rumbos

sin calcular los grados ni las horas muévete en la precisa dirección de los mil vientos.

No te desveles por saber

si el ecuador está cerca o está lejos: Ignora meridianos, disloca paralelos. Que nadie te señale nortes: Invéntate tus puntos cardinales.

Busca la luz y gira:

Por cada rayo un sueño

un latido por partícula de luz.

Abre tus poros

y deja que ella invada tus caminos que asalte tus meandros

que muerda y aniquile tus tinieblas.

Corra transfigurada tu savia bienherida. Abre tus pétalos y gira.

Prodiga claridades reparte a manos llenas el oro de tus soles.

Envidio, girasol tu universo de luz yo

que a menudo desboqué mi corazón en la loca dirección de las tinieblas.

Caña quebrada

T endidos ante ti

como caña que rompió el viento.

¡Qué pequeños!

¡Y qué próximos al polvo…!

Mas, bien podría ocurrir

el prodigio de la raíz hundida y que al toque de la savia bailara otra vez la vida.

Pequeños ante ti:

Miseria y nada.

Barro que nadie observa si no salpica el vestido.

Pero ese barro en tus manos deviene en formas divinas.

Rotura y barro caña partida cosa olvidada alma perdida.

Nada y vacío que ansía la vida.

Tendidos ante ti.

¡Qué inmenso eres! Alto y potente.

Mas, ¡qué cercano!

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