Si reflexionamos la historia desde el punto de vista de los silenciados, se cae en la cuenta de que la humanidad le debe mucho más a la mujer de lo que usualmente se le concede, y que la narrativa histórica no se lo ha querido reconocer. Este fenómeno hunde sus raíces en el origen de la historia misma, ella está escrita desde la perspectiva del amo, olvidándose que debajo está el siervo que sostiene los acontecimientos. Así las grandes gestas de Julio César fueron ejecutadas en su mayoría por sus soldados. ¿No se percibe acaso la misma lógica oculta en la frase que reza “detrás de cada hombre hay una gran mujer”?
- W. Friedrich Hegel, en su obra Fenomenología del Espíritu, propone leer la dinámica histórica desde la dialéctica del amo y el esclavo. La relación del amo y el esclavo es una lucha de dos conciencias para imponerse una a la otra, la que se arriesga hasta la muerte es la que se impone, y pasa a ser el amo, mas la que teme por su vida queda siendo sometida, pasando así a ser el esclavo. Una vez que el esclavo se encuentra sometido, por medio de la lucha, el trabajo y la creación, busca autoafirmarse, tratando de eliminar al amo y de esta forma pone en dinamismo la cultura, el arte, la ciencia, la política, la religión, etc.
Desde este enfoque, la gloria es siempre del esclavo, aunque se le atribuye al amo, se debe a que mientras el esclavo lucha por su afirmación, el amo lucha por imponerse, siendo la primera constructiva y la segunda destructiva.
Cómo se puede leer la realidad de la mujer desde este marco de ideas. La mujer al ser dominada por los hombres durante largos siglos, sostiene la historia en su espalda desde el silencio, con el silencio, la humildad y con ésta la sumisión. Mientras que en toda la historia se descubre al hombre luchando por instaurar su poder en diferentes formas, especialmente por medio de la guerra, principal vía de aplicación de la fuerza y la violencia; las mujeres, en cambio, se las pasan cuidando de la futura generación, para así perpetuar la especie.
De esa forma encontramos al hombre siendo guerrero, rey, sabio, líder religioso, científico, etc. y las mujeres, rara vez, se asoman al escenario, cuando lo hacen, toman un papel secundario. ¿No es eso fruto del entramado dominio de lo viril en la historia? ¿No es un discurso que se ha penetrado hasta la subconsciencia de la humanidad y que hoy la carga se torna muy pesada para ellas? ¿No tendrá la humanidad la necesidad de realizar una mirada nueva de las gestas guerreras de los hombres frente a las mujeres que no iban a la guerra, sino que se quedaban al cuidado de la futura generación, además de ser madres? Que si hay hombre es porque ellas se encargaban de la educación y el cuidado de los hijos, mientras los hombres se dedicaban a la política, al gobierno y al comercio y ello ha constituido su rol social.
En la actualidad un reclamo de la posición social de la mujer se torna cada vez más necesario. Sin embargo, esta lucha en manos de los feministas radicales puede hacer fracasar la causa. Esta corriente de corte ideológico quiere defender a las mujeres con la misma lógica histórica de aplastamiento del machismo. Porque, de dónde viene esa falsa reivindicación de lo femenino en manos del feminismo que promueve hacer de la mujer un hombre, negándole las mejores virtudes que le ha otorgado la naturaleza, tales son ser madre, y con ella el amor y la paciencia, si no es de la misma neurosis de que ser hombre es ser superior.
Hoy los feministas en lugar de defender lo femenino desde lo femenino, buscan defenderlo desde la razón machista, queriendo hacer de la mujer un hombre, así perpetúan el dominio del hombre.
Según la enseñanza de Friederich Nietzsche, en su obra Así habló Zaratustra, el espíritu humano sufría tres tipos de transformaciones: la del camello que se inclina para que le suban la carga a su espalda, así eran las mujeres de sumisa en una época; la del león que se revela y arremete con todo, así son los feministas extremistas que se devoran así mismas y a los demás
Por último, la del niño que es un eterno creador, ese es el paso que deben dar todas las mujeres que quieren instaurar la imagen de lo femenino, deben ser creadoras de nuevos valores culturales que permeen las distintas instituciones sociales. Lo más importante en este momento es empezar desde el verdadero valor de la mujer, que no es ser otro hombre sino el ser mujer.
Es la misma mujer, no una especie de híbrido, la que debe equilibrar la balanza. Es cierto, ningún humano es propiedad de otro, la mujer no es propiedad del hombre por ser su esposa.
La esclavitud debe acabarse no transformarse. Toda relación interpersonal es una relación de libertad, toda relación del hombre y la mujer debe ser una relación de libertad y del reconocimiento del valor intrínseco del otro.
Por último, el capitalismo que ha hecho del consumo la norma de la vida, ha penetrado en la conciencia de las personas y las relaciones interpersonales, especialmente las sentimentales se dan bajo la misma dinámica del consumo, los novios, las relaciones esponsales, hasta la amistad muchas veces son producto que se consume y se desecha. Muchos han percibido la terrible consecuencia de esa dinámica social y buscan la manera de erradicarla, pero no se puede ir a la guerra con el arma equivocada.
… [Trackback]
[…] There you will find 96931 more Information on that Topic: caminord.com/la-mujer-y-la-historia/ […]
… [Trackback]
[…] Info to that Topic: caminord.com/la-mujer-y-la-historia/ […]
… [Trackback]
[…] Information on that Topic: caminord.com/la-mujer-y-la-historia/ […]