Sugerencias para leer bien en público

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Me parece conveniente que, como punto de partida  para abordar el tema que les quiero presentar hoy, les ofrezca unos conceptos lin­güísticos fundamentales y muy útiles para que nuestro tema no quede en el aire, sino que tenga una sólida base. Iniciemos con el concepto de lenguaje, que po­de­mos definir como “la fa­cultad que tiene el hombre (el ser humano) de emitir o producir sonidos articulados. También se puede defi­nir el lenguaje como la “ca­pacidad propia del ser hu­mano para expresar pensa­mientos y sentimientos por medio de la palabra. (Con­cepto de lenguaje, Internet). Además definiremos la len­gua o idioma como “el  sistema de comunicación propio de una comunidad de hablantes.” Así tenemos la lengua española, la inglesa, la griega, la francesa, etc., cada una de las cuales tiene millones de personas que las hablan en comunidades específicas a través del mundo.

Una definición más de lengua o idioma es la que nos dice que es “el sistema de signos que utiliza una comunidad para comunicarse oralmente o por  escri­to.” (Concepto de lengua, Internet).

Nuestra lengua propia, el español, como toda lengua, tiene su exclusiva estructura, es decir, tiene su gra­mática, sus sonidos propios, divididos en vocales y consonantes, sus signos lingüísticos constituidos por el significante (formado por un sonido o su representación gráfica), por ejemplo, casa; y el significado (lo que ex­presa o significa el significante o la palabra en su so­nido o grafía). Para que se dé la comunicación entre dos hablantes, ambos tienen que tener asimilados en su conciencia lingüística los  signos de una lengua común a ambos, que son las pala­bras.

La lengua está formada  por un conjunto de innume­rables palabras, las cuales  poseen su propia morfología o estructura. También tiene su sintaxis propia que, como ustedes deben saber muy bien, tiene que ver con la reunión o relación de pala­bras agrupadas en los llamados grupos sintagmáticos que conforman la oración. Encontramos en las lenguas, además, la fonética y la fonología, las cuales se encargan de los sonidos, y los fonemas de la lengua, respectivamente.

Por otro lado, para que la lengua marche como debe ser, tiene lo que llamamos la normativa, que comprende las reglas de acentuación, de puntuación, el empleo de las letras, la concordancia, la conjugación de los verbos (en el modo, tiempo, persona gramatical y la voz). No podemos dejar fuera  como elemento  importante de la lengua, la semántica o ciencia de los significados que poseen las palabras individuales o agrupadas.

Como pueden ustedes ver, son muchos los constituyentes de ese tan complejo sistema de comunicación o idioma que, si no los conocemos y/o manejamos a cabalidad,  nuestra capacidad de buenos o excelentes lectores quedará, casi segu­ro, muy limitada.

Pero, además de estos conocimientos sobre la lengua, les presentaré y deta­llaré un conjunto de habilidades y requisitos imprescindibles para ser o llegar a ser buenos(as) lectores(as).

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