«Lee y conducirás, no leas y serás conducido». Santa Teresa de Jesús.

Por: Isabel Valerio Lora, MSc.

 Email:isabelvlora@gmail.com

Leer es uno de los procesos informativos, sociales e históricos más importantes de la humanidad, mediante el cual se traducen determinados símbolos lingüísticos en significados, (Dioses, 2009).

Podemos leer mediante códigos de tipo visual, auditivo e incluso táctil, como ocurre con el Braille (método que utilizan los no videntes).

Beneficios de la lectura:

Al igual que escuchar música, dar un paseo o tomar una bebida caliente, leer ayuda a que el cerebro y el cuerpo se relajen.

La lectura es fundamental en el proceso de aprendizaje integral de todas las personas, favorece el desarrollo cognitivo, motor, lingüístico, emocional y social desde la primera infancia, impulsando aquellas habilidades que nos forman como sujetos activos y pensantes dentro de una sociedad.

La lectura es una fuente de conocimiento y entretenimiento apto para todas las edades, sexos y condiciones sociales, además es una herramienta extraordinaria de trabajo intelectual, ya que activa la mente, agiliza la inteligencia, proporciona información, conocimientos y exige una participación activa y critica.

La ciencia ha demostrado que leer puede reducir el estrés en más de un 50% pues al leer tenemos  la sensación de estar fluyendo y perdemos la  noción del tiempo, lo que aumenta nuestro bienestar emocional.

La lectura da facilidad para exponer el propio pensamiento y posibilita la capacidad de pensar, ya que fomenta la adquisición de criterios, frente a problemas éticos, morales y sociopolíticos que se presentan en la vida.

Leer mantiene  en forma las neuronas. Estimula que ciertos grupos de neuronas se activen simultáneamente, reforzando la red que establecen entre ellas.

Permite retrasar el desgaste cognitivo, ya que aumenta nuestra capacidad de concentración, memoria y atención. Por lo que  disminuye el riesgo de padecer Alzheimer u otras demencias y estimula la inteligencia.

Ayuda a dominar el lenguaje. Al leer enriquecemos nuestro vocabulario, obtenemos nuevas ideas y, por lo tanto, nos podemos expresar con mayor precisión y seguridad.

Leer suele ser una estrategia para conciliar el sueño, mejorar la memoria y aumentar la retención de información.

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