Sor Verónica De Sousa, fsp

Culmina el 2021. Un año marcado por el dolor de muchas despedidas, muchas de ellas, a raíz de la pandemia. Pero también de muchas oportunidades y aprendizajes. ¿Ya hiciste tu lista de aprendizajes? ¿Qué cambios positivos, “para bien” necesitas hacer?

Dice el Beato Santiago Alberione: “La vida es una oportunidad, aprovéchala”. Y llegar al final de un año es como un pacto: no sabemos si viviremos los 365 días que se nos prometen. Pero, lo importante, más que la cantidad, es la calidad.

Calidad en las relaciones: de respeto, marcadas por el amor y el deseo de hacer bien a los demás.

Calidad en el hogar: que la “casa” no sea simplemente las paredes, sino el lugar donde crecemos y mantenemos vínculos positivos, donde “crecemos” no solo físicamente sino como personas; donde nos “nutrimos” del afecto, el apoyo y la compañía, y donde somos, a la vez, amor, apoyo y compañía para los demás.

Calidad en el trato con Dios: abrirse a la amistad con Dios, y cultivarla en la oración, que es “trato de amistad” más que fórmulas repetidas de memoria.

Tenemos una oportunidad magnífica. Vivamos con corazón agradecido, optemos por descubrir, aún en las situaciones más difíciles, aquello que aporta luz, sentido, aprendizaje.

Desterremos la violencia en todas sus formas: desde la de los golpes, las palabras, las miradas, hasta la “guerra fría” del silencio y la indiferencia.

Que el 2022 nos encuentre abiertos a la comprensión. Menos críticas, más entendimiento. Que la gratitud transforme nuestras quejas en bendiciones. ¡Felicidad y Paz en este año nuevo!

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