Migrantes y refugiados

A todos los hombres y mujeres del mundo dirijo mi llamamiento a caminar juntos hacia un nosotros cada vez más grande, a recomponer la familia, para construir juntos nuestro futuro de justicia y de paz, asegurando que nadie quede excluido.

Así nos habla el Papa Francisco en su mensaje con motivo de las 107 Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado que celebramos este domingo.

Para este año el Papa escogió el tema: ¨Hacia un nosotros cada vez más grande¨.

Si vemos a los demás como los otros, nos hacemos ajenos a su realidad, porque además del dolor y la nostalgia que llevan a cuestas, al abandonar su lugar de origen, tiene que soportar el rechazo de los habitantes de los países a donde llegan.

Allí son vistos como ¨los otros¨, y la indiferencia a un deterioro progresivo de su calidad de vida.

Aquí en nuestro país tenemos otros tipos de refugiados. Nos referimos a los que se marcharon a Estados unidos y países Europeos, en busca de un mejor destino. Aquellos que no encontraron en su tierra natal las condiciones y oportunidades para vivir dignamente se nos fueron y hoy son exiliados económicos.

Esperemos que las presentes y futuras autoridades trabajen por un país mejor, en donde desaparezcan las barreras que impiden a cada hombre y mujer, nacido en estas tierras, desarrollar sus potencialidades.

Anhelamos que los recursos económicos que maneja el Estado sean administrados de manera transparente, para así llegar a la meta de tener un pueblo en donde se respeten, y promuevan los derechos fundamentales de cada ser humano.

Actuemos pensando en un nosotros, y viendo al otro como un hermano, desterrando todo egoísmo que destruye la convivencia humana.