Lo que vivimos aquel jueves 30 de octubre, en el que la mayor parte de la ciudad de Santiago colapsó, producto de las aguas torrenciales caídas ese día, no debió ser sorpresa para las autoridades municipales, ni para ninguna otra, ya que se había advertido de toda esta situación, por los efectos del huracán Melissa.
Lo que se pudo notar en calles, avenidas y elevados, es que no se está haciendo un trabajo adecuado, en cuanto a la recogida de los desperdicios sólidos y la tierra acumulada en los imbornales, porque el agua estaba prácticamente estancada en cada uno de estos espacios.
A esto hay que agregar, que hubo una combinación de la inconciencia ciudadana, de personas que se metían en vía contraria, en las principales calles y avenidas, las cuales estaban inundadas.
En el caso del elevado de la autopista Duarte, que lleva de este a oeste, hacia el Monumento, parecía una laguna, no tenía por dónde de drenar toda el agua acumulada. Esto impidió que el tránsito se movilizara y provocó un efecto cadena hacia otras vías hacia los sectores de Villa Olga, El Embrujo Primero y el Despertar.
Esto demuestra que en Santiago debe hacerse un trabajo como el que se hizo en el Distrito Nacional, a raíz de aquellos aguaceros de noviembre de 2024, 2023, en la ciudad Capital. Según estableció la propia alcaldesa Carolina Mejía hace poco, allí tuvieron que hacer inversiones en los desagües y todo el sistema de drenaje, para que el agua circulara con facilidad en calles y avenidas.
Pues, eso mismo debe hacerse aquí en Santiago, para que no se vuelva a repetir lo de ese jueves de octubre, en el que muchos tuvieron grandes pérdidas materiales, y donde el pánico y la desesperación se apoderó de todos.
Otro tema es que a partir de esta época del año, en la que las lluvias constantes se hacen presentes y el clima tiende a ponerse más frío, conviene dar prioridad al bacheo de las calles o su asfaltado.
Desde que las actuales autoridades arribaron al poder Municipal, el tema de los hoyos y el deterioro de las calles y avenidas se ha vuelto muy preocupante.
Nuestra Ciudad Corazón presenta un deterioro grave y un aspecto de abandono extremo, en cuanto al descuido de sus calles. A pesar de que hemos buscado informar a las autoridades a través de videos y en conversaciones, a esto se ha hecho caso omiso.
La respuesta a esta problemática, tanto del Subsecretario de Obras Municipales como el de Relaciones Públicas, ha sido la misma de hace más de ocho meses, y es la siguiente: “No hay recursos”, “estamos a la espera de una partida del Ministerio de Obras Públicas o de la Liga Municipal”, pero con estas excusas, nada se ha hecho.
A todo esto debemos sumarle, las renuncias que se han dado, tanto en Cultura, con la salida de la periodista Miriam Cruz, que a nuestro modo de ver, estaba realizando una labor que fue muy reconocida, como el otro caso, del Departamento de Tránsito, en la persona del señor Muñoz, en momentos en que se está requiriendo mayor organización en ese aspecto en Santiago en el área metropolitana.
Ojalá alguien en esta Alcaldía se decida dar la cara y al menos mostrar interés de forma seria y sincera, respecto a lo reseñado y que ya raya en la ignominia, por tanto ignorar lo exigido de forma justa y respetuosa. Y que no tengamos una ciudad paralela, una de redes sociales y otra de la realidad.




