-Amado Nuñez
María Sofía, mi nieta linda,
tus alas vibran cual golondrina.
Hoy celebramos tu cumpleaños,
y aplaudimos en la colina.
Sueñan tus padres y tus abuelos,
que seas un ángel del buen servir;
pues tu humildad viene del cielo,
y deseamos que seas feliz.
Como la primavera has florecido,
en tus diez años de dulce amor.
Las avecillas te felicitan,
y con fe cantan al Creador.
Al Dios del cielo tú siempre oras,
pidiendo paz y comprensión;
y al Padre Eterno tú le imploras,
que te perdone de corazón.
Todos los días el sol que brilla,
alumbra a todos alrededor,
en especial a María Sofía,
por su nobleza de corazón.