Hace poco tuvimos por nuestro espacio radial, representantes del Patronato de Rehabilitación del Cibao, a propósito de una actividad que estuvieron celebrando recientemente, denominado: “El Trastorno del Espectro Autista: Desafíos Conductuales e Inclusión Escolar”.

 Buena iniciativa del Patronato, sobre un tema que cada día está más presente en las familias dominicanas y que en un pasado reciente, por el desconocimiento y prejuicios sobre el mismo no dejó de mantener la exclusión, y que hoy aún se mantiene, aunque en un grado menos, pero aún persiste la resistencia de instituciones escolares a recibir en sus aulas estudiantes con este espectro.  O, al momento de tratarlos, no tienen la suficiente conciencia de cómo manejarlo.

Según las estadísticas de salud que se manejan, estos son los datos que es bueno que se conozcan:

·       1 de cada 36 niños diagnosticados en EE. UU.: La tasa de diagnóstico de autismo ha aumentado de 1 a 44 niños en años anteriores a 1 de cada 36. Se trata de un aumento significativo desde el año 2000, cuando la prevalencia era de alrededor de 1 de cada 150, un aumento del 312% en dos décadas.

·        Contexto global: Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el autismo afecta aproximadamente a 1 de cada 100 niños en todo el mundo. Sin embargo, esta tasa varía significativamente en los países en desarrollo, donde los recursos de diagnóstico son menos accesibles, lo que puede dar lugar a una sub-notificación de los casos.

Visto esto, es importante que las autoridades; padres; educadores; especialistas, entre otros, puedan tomar mayor conocimiento sobre el tema y de cómo detectarlo a tiempo para una mejor ayuda a los niños.

Mientras hablábamos con nuestros invitados, nos llegaba a la cabeza, lo que fue en su momento como familia, tratar hace más de quince años el caso de nuestro hijo Mauro, y todo cuanto nos decían y la locura que se suponía estar de un lugar a otro buscando información, pero en esos momentos no estaba tan tratado de forma abierta, incluso por especialistas en el área de la conducta y el comportamiento.  

Para ese entonces, había padres que conocíamos, que nunca admitieron la situación de sus hijos, porque veían lo del autismo y el espectro como una especie de tara en la que no se podía decir o expresar que un hijo la tuviera.  Y eso determinó, lo que seguro hoy ven en sus hijos que no fueron diagnosticados a tiempo ni trabajados con  premura.

En el caso de Mauro, gracias a la iniciativa de su madre y el trabajo como familia, pudo hacer posible que tantos años después, todas las barreras que nos colocaron de forma psicológica y emocional, han sido derribadas, con el trabajo constante en todos los aspectos. También, la inclusión posible en ese entonces del Instituto Iberia que lo acogió y el trabajo en conjunto, dio sus resultados, porque ya él asiste a su universidad, y porque completó todos sus grados en la escuela. 

Cuánta vocación a la lealtad; con un corazón tan grande como su tamaño; no acepta las injusticias ni la violencia. Es incapaz de mentir o doblegarse como persona.  Son esos seres humanos que vinieron a transformar este mundo con su gran conciencia y nobleza. Claro, muy alejado de lo que hoy vemos, pero precisamente de eso se trata de que muchos de ellos vienen a marcar diferencia en sus respectivos espacios.

Invito a cada padre que pueda identificar a tiempo, si su hijo puede o no estar, dentro del espectro. Si usted comienza a notar que a temprana edad aún no articula palabras; camina en puntillas; apertura sus pies; se le hace difícil mirar a la cara o mostrar emociones de forma fácil; alinea los juguetes de forma organizada, principalmente, si son dinosaurios. En fin, no deje que el prejuicio le venga a usted, porque con ello, le está cerrando la oportunidad a su hijo de poder tener un desarrollo e independencia adecuado.

Hoy somos padres orgullosos de Mauro y de su desempeño impresionante, como un adolescente, sumamente inteligente y que cada día impresiona con su accionar. Solo nos resta, agradecer a Dios.