En el Año Jubilar 2025, el mensaje del papa Francisco recuerda a la humanidad que “la esperanza no defrauda y nos hace fuertes en la tribulación”.
En este contexto, Pastoral de la Salud desarrolló un extenso programa, del 2 al 11 de febrero, a través de la red de centros de salud, parroquias y zonas vicariales, beneficiando a más de 10,000 pacientes del Gran Santo Domingo y Monte Plata, en ocasión de la 33a Jornada Mundial del Enfermo.
Monseñor Amable Durán, obispo auxiliar de Santo Domingo, presidió la celebración de la eucaristía en acción de gracias en la Catedral Primada de América, conmemorando el Día Mundial del Enfermo en honor al Día de Nuestra Señora de Lourdes y en el contexto del Año Jubilar 2025.
Durante su homilía, monseñor Amable Durán resaltó: “Nos dice el papa Francisco que el dolor lleva siempre consigo un misterio de salvación. Es una expresión muy verdadera, por eso el dolor entra en la dinámica profunda del amor, no ama verdaderamente quien no lo experimenta. La palabra nos invita a mirar a Jesús; cuando ponemos la esperanza en Dios, aun en medio del sufrimiento, de sentirnos impotentes e inútiles, en Jesucristo siempre encontramos una luz, una fuerza, una gracia que renueva nuestra esperanza. Es una esperanza que no defrauda”.
Previo a la eucaristía, se realizó una procesión desde la plazoleta de los Curas hasta la Catedral Primada de las Américas, en honor al Año Jubilar por los Enfermos, para visibilizar de manera simbólica el compromiso con los pacientes provenientes de segmentos sociales menos favorecidos.
Sor Trinidad Ayala Adames, coordinadora general de la Pastoral de la Salud, reconoció el compromiso del sector médico y afirmó: “Gracias al apoyo que nos brindan las autoridades y las instituciones representantes de la salud de nuestro país, cuyos esfuerzos por desarrollar políticas públicas en beneficio de la población más vulnerable son constantes.
Agradecemos a todos los pacientes la confianza depositada en los establecimientos de salud, a los voluntarios y al personal sanitario por su vocación de servicio y el cuidado humanizado hacia quienes más lo necesitan.”
En la Eucaristía del martes 11 de febrero, concelebraron monseñor Benito Ángeles y los sacerdotes Nelson Clark, Abraham Apolinario, Ramón Báez, José Ramón Santana, Evaristo Heres y Demetrio Romero.