Por: Isabel Valerio Lora, MSc. Email:isabelvlora@gmail.com
“Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”. Albert Einstein
El inicio de año es una fecha propicia para revisar el año pasado, iniciando con un enfoque de los propósitos que teníamos, se materializaron y por los que estamos agradecidos, y haciendo una revisión desde una perspectiva realista de todos aquellos propósitos que iniciamos, pero que por una u otra razón no se concretaron.
La psiquiatra Marian Rojas Estapé, nos sugiere un enfoque diferente: En lugar de centrarnos únicamente en lo que queremos hacer, propone reflexionar sobre cómo queremos sentirnos y cómo podemos cuidarnos mejor. Este planteamiento busca promover un bienestar más consciente y sostenible.
Rojas Estapé nos invita a realizar un ejercicio práctico y reflexivo, que comienza con valorar lo esencial en la vida, identificar lo que más apreciamos, lo que nos llena de energía y gratitud, es el primer paso para reconocer las bases de nuestra felicidad. También, reflexionar sobre las personas que de forma incondicional nos apoyan y los planes o actividades que nos emocionan. Sugiere tomar una libreta y contestar de forma honesta las siguientes preguntas:
¿Qué es lo que más valoras de tu vida actual?, ¿qué te llena de energía o te hace sentir agradecido?, ¿quién te suma?, ¿quién está presente cuando lo necesitas?, ¿qué cualidades te hacen especial para quienes te rodean?, ¿cómo nos hablamos?, ¿qué emociones te gustaría experimentar más?, qué época te hacen sentir así?, ¿qué cambios realistas puedes hacer para acercarte a ese estado?, ¿qué te gustaría mejorar en tu día a día?
Si lo que más valoras es tu familia, un propósito saludable puede ser una conexión consciente, enfocada en fortalecer esos vínculos familiares, dar tiempo de calidad, acercarnos a quienes tenemos lejos. Planificar en familia una actividad de encuentro por mes, puede ser ver una película, una comida, visitas a los abuelos o a los tíos, enviar una carta a un familiar enfermo, hacer una llamada, etc.
Un propósito viable puede ser incrementar tu círculo de amigos, conectar con gente nueva, que te aporten y estén presentes cuando los necesites.
Un ejemplo práctico, si en mi día a día quiero sentirme menos estresado (a), uno de mis propósitos de este año debe ser sacar tiempo para hacer ejercicios. Iniciar con poco tiempo e ir incrementando, manteniendo la constancia.
Si quiero ser más optimista, a diario voy a escribir al menos 3 cosas por las cuales siento agradecimiento. A mayor agradecimiento menor negatividad.
