Una vuelta al sol

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Por: José Jordi Veras Rodríguez.

El martes 14 de enero cumplimos 56 años de vida. Y nos causa un agradecimiento de los grandes, porque el solo hecho de estar en el mundo de los vivos, es ya una victoria, y además  poder hacer este escrito, con buena salud, es una bendición y por ende, agradezco al Todopoderoso por tanto sin merecerlo.

Hace poco leímos una frase que nos llamó la atención, sobre lo que es la vida, y es del filósofo Soren Kierkegaard, que estableció: “La vida solo puede entenderse hacia atrás, pero debe vivirse hacia adelante”. 

A veces gastamos el tiempo pensando más en el ayer que en el momento que está ocurriendo.

A veces dejamos de vivir de forma plena, porque estamos preocupados y esto no nos deja disfrutar lo que sucede a nuestro alrededor, porque ni siquiera lo estamos notando.

A veces olvidamos que esta vida es un momento prestado y que debemos estar haciendo lo que nos apasiona y nos enorgullece, pero cuántos están haciendo eso. Si eres uno de ellos, que si lo estás llevando a cabo, siéntete orgulloso y agraciado. Algunos no pueden por diversas situaciones y otros ni siquiera se han percatado.

En estos 56 años que nos han llegado a inicios de semana, nos replantea qué tanto hemos vivido de forma enérgica, feliz, valiente y sincera.  Y si hemos impactado de alguna manera en otras personas de forma positiva, porque si no es así, aún nos queda tarea por hacer.

En estos 56 años, hemos aprendido a mirar la vida de forma integral, porque de nada te sirve si por fuera estás supuestamente bien, pero por dentro algo vacío y sin propósito.  Para mejorar lo que somos, que debe ser el objetivo de todo ser humano, no puede irse igual como ha llegado o se ha ido desarrollando, si no es capaz de mirar aquello en lo que ha fallado, para no volver a caer y remediar todo aquello que está en capacidad de hacer, porque depende de tus decisiones, lo que no, poder decir al Todopoderoso, “en ti confío, eso te lo entrego a ti,  no temo, porque creo en ti”.

En estos 56 años, nos hemos dado cuenta que sin conciencia no tiene sentido la existencia que podamos estar realizando, porque habrán las partes más importantes pasándote por el frente de tus ojos y no darte cuenta y por ende, no disfrutarlas ni valorarlas.

En estos 56 años que Dios nos ha permitido vivir, han sido todo un legajo de experiencias, a través de las cuales, entendemos, hemos crecido y agradecemos por tanta dicha y bendición.  Porque podemos decir, que hemos sentido a lo largo de estos años y que en esta semana, han vuelto a reiniciar el conteo, que hemos recibido el amor del Todopoderoso.  Y hemos sentido su mano piadosa a través de la Virgen María, porque la hemos recibido con amor y ternura.

En estos 56 años, nos resta decir, gracias Papá Dios por tanto.  Y por enseñarnos como a través de la adversidad, podemos mirar tu luz y hacernos más fuertes.