Que no se repitan

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Todavía estamos impactados ante las imágenes proyectadas en diferentes medios, de los hechos ocurridos en la comunidad de Arroyo Vuelta, distrito municipal de Zambrana, Cotuí.

Campesinos indefensos fueron maltratados por miembros del Ejército y la Policía Nacional, cuando exigen sus derechos de llevar una vida digna, frente a la propuesta de desalojo de la empresa minera Barrick Gold.

Pensábamos que estas escenas de violencia y maltrato eran parte del pasado, sobre todo, en un país en que hemos ido construyendo paso a paso la democracia.

Ante estos preocupantes acontecimientos, alzamos la voz junto a nuestros Obispos, cuando en un comunicado dirigido al país, expresaron: 

Estos hechos, caracterizados por el uso desproporcionado de la fuerza, la violación de los derechos humanos y el irrespeto a la dignidad de las personas, donde han sido lesionados dos sacerdotes y varias personas de cinco comunidades, son inaceptables en un estado de derecho que debe garantizar la justicia, la paz y el respeto a los ciudadanos, especialmente a los más pobres y desprotegidos. ¡Es urgente decir no a la estrategia del miedo!

Esperamos que la empresa minera escuche los justos reclamos de los agredidos,  y que jamás la ruta que conduce a la paz social no se vea obstaculizada por la soberbia y el poder que llevan al desasosiego y la violencia.