El Centro de Educación para la Salud Integral, comprometido con el bienestar y la salud de las comunidades más vulnerables, junto a los Cooperadores de Salud, trabaja para orientar a las familias sobre la calidad y el buen manejo del agua. Tomar en cuenta que el 80% de las enfermedades tienen su origen en el consumo de aguas contaminadas.
Además de estos programas de educación, desde el 2002 con el apoyo de la Escuela de Química de la Universidad de Creighton, Estados Unidos, se viene desarrollando un proyecto de purificadores de agua que funcionan con piedra de cerámica filtrante y carbón activado. Esto ha logrado un desempeño excelente en la purificación de agua contaminada, según la analítica de los laboratorios locales.
Este método ha garantizado un caudal de flujo y un alto volumen de agua purificada, eliminando un mínimo de 99.99% de bacterias, virus, parásitos protozoarios, eliminando la turbidez, olores y sabores.
Estos purificadores tienen un precio súper económico para favorecer a la población más necesitada, especialmente de las comunidades rurales. Tienen una vida útil de hasta 3 años. Esto significa que cada familia podrá acceder a agua limpia durante largos períodos, sin depender de los costosos métodos de purificación, o transporte de agua embotellada.
La distribución de los purificadores se realiza a través de los Cooperadores de Salud, juntas de vecinos, Pastoral Social y otras organizaciones comunitarias.