Por: José Jordi Veras Rodríguez
Hace poco, el Todopoderoso, a través de una gran amiga de la universidad, nos permitió sostener un encuentro por televisión con una interesante y brillante mujer: Keila González, quien desde temprana edad, como a los 7 años, ya se había leído decenas de libros y a los dieciséis escribió su primer libro. Hoy es una empresaria, escritora consumada, dirige una editora, es madre soltera y una gran ciudadana.
Mientras más se desarrollaba la conversación, era testigo de un ser humano que vino a trascender y está en una etapa muy evolucionada, porque aquello que busca es el desarrollo de los demás a través del conocimiento.
Es por lo anterior, que nos da a conocer su fundación denominada, Futuros Autores del Mundo, que consiste en enseñar a niños, llevarlos a escribir su propio libro, y todo nació de la inspiración de conocer a una adolescente a quien su madre le expresaba que era su admiradora y que su deseo era conocer a Keila y que le corrigiera el libro que escribía. Cuando ves este tipo de accionar y lo que es capaz de crear esta brillante mujer, sabes que estás frente a un ser humano excepcional, que vive la vida con entusiasmo y llena de optimismo.
Hace años creó su negocio que consiste en una editorial, en la cual nació también la revista que llevaba el mismo nombre, Bienétre.
En este mismo año acaba de lanzar su más reciente obra, La Economía Naranja y Sector Editorial, con el cual suma ocho libros, de los cuales siete han sido considerados best sellers en Amazon.
Esta gran mujer es reconocida por su contribución al desarrollo literario en el Caribe y es fundadora de la feria del libro HIFEST en el metaverso, la primera en la región.
Con su trabajo, Keila busca brindar la oportunidad que todos, niños, jóvenes y adultos, puedan explotar su capacidad literaria y confía tanto en eso que creó también hace un tiempo, el que cualquier persona pueda aprender y pueda escribir un libro en tan solo 90 días.
Y a veces nos preguntamos: ¿Qué tanto tiene que hacer una persona de estas cualidades extraordinarias para que sus métodos y directrices puedan ser de ayuda para el sector educativo de nuestro país?
Cuando vemos una Keila trabajando en cada proyecto que le surge y mejorando su entorno y su calidad de humanidad, sabes que puedes decir y creer, que la esperanza en el ámbito educativo, no debe perderse en este país, cuando existen dominicanas como ella y que su trabajo está dedicado a mejorar lo que somos como nación, y más frente a las nuevas generaciones.