Por: José Jordi Veras Rodríguez.
A veces creemos que la pobreza es sinónimo de derrota o de que está marcado tu destino hacia el desastre o falta de oportunidades. Y no deja de ser cierta cualquiera de las anteriores, sin embargo, existen personas para quienes esto no resulta un obstáculo suficiente como para rendirse o dejar de llevar a cabo un esfuerzo sobrehumano.
Hoy deseamos resaltar el valor de tres de cuatro hermanos, que han sabido poner cada uno, un verdadero ejemplo de esfuerzo y resiliencia, para saber sobreponerse a todo obstáculo colocado por la vida, para salir adelante. Han sabido poner el alto el nombre de República Dominicana, a pesar, de que ha habido prejuicios en su contra que han intentado demeritar sus logros a favor de la patria de Duarte, Sánchez, Mella y Luperón, cuando no han renegado de su amor por su país, a pesar de que el hecho de tener ascendencia haitiana, han buscado resaltar esto como si fuera un baldón.
Nos referimos a Luisito, Bernardo, y Christopher Pie, quienes viniendo de la pobreza extrema, ya que su padre fue de los muchos haitianos que trabajaron cortando caña de azúcar en el Este, se mudaron a Bayaguana donde nacieron todos los muchachos.
Para Luisito, quien fue de los hermanos, el que les abrió las oportunidades a sus demás hermanos, a pesar de la calidad como deportista y ser humano, en una oportunidad se le intentó evitar ir a México donde ganó medalla de oro, porque no se le quería dar su pasaporte. A pesar las dificultades y limitaciones que le tocaba por la situación de pobreza de su familia, y toda la negativa que recibía de ciertos sectores, logró darle en Río de Janeiro, la primera medalla al país en Taekwondo, como una bendición del Todopoderoso ante tantas vejaciones e injusticias, de alguna manera se hace presente la bendición.
Luego de esa primera actuación, todo lo que vino a raíz de ahí, fueron logros unos tras de otro y a la vez, permitió, ser ejemplo para sus hermanos, que tomaron su misma disciplina y que también han brindado actualmente, poner en honor y orgullo al país, con medallas.
A veces, podemos quejarnos en vez de mirar como otros con menos posibilidades pueden lograr, salir del fango para no tener que caer en mismo nuevamente, porque no pertenecen ahí, sino a brillar en agua limpia a través de su consistencia, confianza, persistencia y un corazón lleno de humildad.
Estos tres ejemplos de una familia que viniendo de la miseria, con limitaciones graves y encima de eso, ser obstaculizado por su situación de ascendencia, nunca impidieron, que pudieran sobresalir y ser hoy día, excelentes mensajes de vida para este pueblo a través del deporte y su conducta de bien.