Este 6 de noviembre se conmemora el Día de la Constitución. Esta celebración tiene una connotación especial: será la última para 5 de los 13 jueces de nuestro Tribunal Constitucional, TC, ya que el próximo 5 de diciembre cumplen el período de 12 años por el cual fueron elegidos. Es una ocasión propicia para que la ciudadanía muestre más interés en quiénes serán sus nuevos miembros. El Consejo Nacional de la Magistratura inició el proceso de selección.
Entre los 5 magistrados está su presidente, el doctor Milton Ray Guevara, quien ha hecho aportes extraordinarios a nuestra democracia. A esos honorables magistrados deberemos despedirlos con un agradecido aplauso; están, además: Lino Vásquez Sámuel, Justo Pedro Castellanos Khoury, Víctor Joaquín Castellanos Pizano y Rafael Díaz Filpo.
Esta elección deberá hacerse con los más altos criterios morales y profesionales, pensando siempre en lo mejor para nuestra patria. Reconozco que el actual Consejo Nacional de Magistratura está bien conformado y de seguro asumirá responsablemente su misión histórica.
Nuestra institución más destacada en las últimas dos décadas es el Tribunal Constitucional, resaltando que es independiente y autónoma de los poderes del Estado. Los hechos están ahí: inspira confianza; ha puesto el tema de la Carta Magna en primer orden, incluso más allá de la esfera judicial; motiva respeto a los derechos fundamentales; cuenta con una prolífera e importante jurisprudencia; por igual, sus miembros son ejemplo de capacidad, honestidad y vocación de servicio.
El TC fue creado por la Constitución dominicana de 2010 y sus primeros jueces fueron juramentados el 7 de diciembre de 2011, por lo que tiene casi 12 años funcionando y nunca ha ocurrido un escándalo; al contrario, lo que de allí ha surgido es positivo y bien valorado. El TC, en resumen, es el órgano supremo encargado de la interpretación y control de la constitucionalidad.
Naturalmente, es posible que dos o tres de sus sentencias (quizás más por “ideología” que por criterios jurídicos) no hayan sido del agrado de todos, lo que es normal, pues la materia constitucional es dinámica y sus principales actores deben asumir posturas de trascendencia. Pero nadie duda de sus dignas conductas: la ciudadanía cree en sus miembros.
Debemos darle seguimiento al proceso de sustitución de los jueces mencionados. Eso es igual (o tal vez más) relevante como las elecciones municipales, congresuales y presidenciales. Sus decisiones definen nuestro porvenir, pues son vinculantes.
Aprovechemos este 6 de noviembre para colocar este tema en primer orden. Es que tengo la impresión de que no le estamos dando la trascendencia que amerita. Recordemos que sin un TC funcional se debilita nuestro estado de derecho, el cual debemos continuar fortaleciendo.