El auténtico constructor de la paz es el que da el primer paso hacia el otro. Y esto no es debilidad, sino fuerza, la fuerza de la paz. Así nos dice el Papa Francisco.
Qué mensaje más oportuno, en este momento en que las relaciones entre nuestro país y el hermano pueblo haitiano están en uno de sus peores momentos.
La situación originada por la construcción de un canal de riego en la vecina nación, tomando las aguas del Río Masacre, merece ser tratada con sensatez y prudencia, porque hay sectores, aquí y allá, que juegan a la confrontación,fomentando el odio y la incomprensión.
Recordemos que los grandes conflictos de la historia siempre han terminado en la mesa de la negociación. El diálogo respetuoso y sincero ha sido el camino para dirimir las diferencias.
Aprovechemos la buena voluntad de instituciones nacionales y extranjeras, quienes se han ofrecido para mediar en la búsqueda de una solución a la crisis que se ha presentado. Con la solución de este problema ganaremos todos.