Para nosotros como creyentes en Cristo y miembros de la Iglesia, podríamos decir, que septiembre tiene ya entre nosotros olor y sabor bíblico. Ha sido una labor de muchos años para hacer consciente a nuestra gente de la necesidad de buscar un momento del año para detenernos en la Biblia, la Palabra de Dios puesta por escrito, y conocerla, valorarla y adentrarnos en su mundo, porque las Sagradas Escrituras son ciertamente un mundo, por no decir un universo, pues sus coordenadas temporales están ancladas en épocas lejanas a nosotros, culturas y lugares muy diferentes a los nuestros, pero gracias a las ciencias de hoy podemos llegar a ese mundo, conocerlo y desentrañarlo, para saber qué Dios en su momento histórico y cultural quiso decir a esos primeros destinatarios de la revelación y qué nos quiere decir a nosotros hombres y mujeres del hoy de esta historia y a las diversas culturas de este siglo XXI.
En este septiembre del 2023 Mes de la Biblia, nuestros ojos se dirigen a un tema central dentro del Nuevo Testamento y en la línea del tema del año de nuestro III Plan Nacional de Pastoral que es la Honestidad, y el tema es: “Los valores del reino”, con el lema: “El honesto con la fuerza de la Palabra brilla como una luz en la obscuridad” (Sal 146). Pues la tarea de todos nosotros es la misma que inició Jesús, ser constructores del reino de Dios, hacerlo visible, porque ya está entre nosotros. Hay muchos signos en medio de nuestro mundo y en nuestra cultura, el asunto es hacerlo ver, y el mismo se nota y se vive a través de los valores, pues en nuestra vivencia ética y en nuestra escala de valores ellos deben de primar y ser la fuerza y el empuje para actuar en base al reino, y ellos son los que lo hacen patente a los ojos de nuestros hermanos.
Jesús dirá que el reino es tener a Dios como lo absoluto, como lo primero, algo que expresará en todas sus parábolas, pues todas aluden al reino. Con ellas busca explicitar lo que es dicho reinado. Por los milagros demostrará los signos salvíficos y poderosos del reino, que lo que busca es dar vida a los hombres, pero detrás de sus palabras, parábolas y milagros hay un valor que hace ver o hay que descubrir, para concretar la dimensión dinámica y actual del reino en medio de nosotros.
Para la realización de este mes y hacer ver el tema y el lema del mismo, invitamos a darle rienda suelta a nuestra creatividad pastoral, impulsada por la fuerza del Espíritu que nos anima, y hacer que en cada comunidad cristiana se viva con intensidad este mes y nuestro acercamiento a la Biblia, invitamos a la realización de las actividades que ya son tradicionales entre nosotros, como iniciar el mes con la entronización de la Biblia en nuestros templos y en nuestras casas, talleres, congresos, conferencias, ferias bíblicas, lectio divina, la semana bíblica que nos llega en la guía mensual, marchas y encuentros bíblicos y así un gran caudal de recursos pastorales que tenemos para hacer presente este septiembre, Mes de la Biblia, que lo vivamos con intensidad espiritual y que con él ayudemos a hacer visible el reino de Dios.