Apuntes sobre la poesía de Freddy Bretón
Monseñor Freddy Bretón Martínez • Arzobispo Metropolitano de Santiago de los Caballeros
* AREÍTO – Periódico Hoy – 30 julio, 2022
Por Bienvenida Polanco Díaz
SEGUNDA ENTREGA
Del primer álbum es el poema “Itinerario’’. Lo he dicho antes: tratamos definitivamente con una pieza de antología en el recuadro poético nacional, donde la alquimia de forma, contenido y cadencia musical producen muy especial deleite. Con alguna otra –tal como ‘’Alegoría”- en ‘Itinerario’ el movimiento interno en plena armonía con el fondo nos remite a Whitman a través de Mir.: /Vengo de la lluvia /Que muerde inclemente /todos los caminos: /Frías dentelladas que roen cimientos.
Encontramos explícitos la presencia de una motivación social y de denuncia, rasgos estos que denotan por más de una razón la influencia de los poetas del ‘65.
No hay que olvidar que la mayor parte de este primer conjunto estaba ya escrito mucho antes de 1980 como podemos constatar en los apuntes biográficos de Bretón (Carta de Luis Oraá, abril 14, 1980): /Vengo del resquemor /que siembran las palabras /del patrón prepotente. /del alma zaherida /del obrero aplastado /de la sangre /del hambre /de la dignidad hollada /de la piel aprendida de la noche. /Alma impermeable /tez de carbón. /Harapos, banderas al viento (…).
De este extenso poema tan liberal, tan intenso (/Vengo de la explosión de la palabra), emana gran fuerza telúrica que se desplaza en rima libre y un diestro uso de cesuras y hemistiquios; una vez más, al modo de su mejor narrativa de autoficción el autor confiere protagonismo a los estimados lazos ancestrales:
Vengo de los cantos de los labradores /de manos callosas /de rústicas plantas /y recónditos anhelos de infinito. /Del dolor de ver sus vidas /pendiendo del azar de la cosecha (…) /Vengo del aire fresco /y de la dulce visión de las montañas, /del canto del gallo, del llanto del niño. /Del amigo el viento /eterno peregrino. /Hurgando los arcanos de la fronda /viniendo estoy siempre /y no acabo de llegar. /Hambreando lo eterno, /mordiendo el límite, / despedazando las fronteras (…).
Abriéndose paso entre canteras de imágenes auditivas, visuales, comparaciones y metáforas se mantiene la tensión emotiva –in crescendo– de esta considerable pieza, en titánica marcha que no inquiere más: palabra, idea, ritmo.
El poeta nos complace hasta un final pletórico de contagioso sentido de la dignidad humana: /Provengo de la vida /en su fluidez entierro mis raíces. /Por el crisol de la muerte / marcharán mis pasos /hacia la vitalidad más acendrada. /Traspuesto el umbral de la noche /amaneceré /al más radiante y duradero de mis días.
La poesía es el lenguaje de la creación como proclamara Huidobro en 1921 y para siempre; un siglo después de aquel manifiesto constatamos que de hecho da alas al receptor transportándolo a un plano superior; nos eleva de rango junto al poeta.
Poesía son palabras ‘latentes’ que viven detrás de aquella que las designa: ‘’Ella se desarrolla en el alba primera del mundo. Su precisión no consiste en denominar las cosas sino en no alejarse del alba’’.
En la poesía que nos ocupa se trata de una alborada que alcanza su significado más sutil y misterioso cuando el cantor se refiere explícitamente a sí mismo; tal en la pieza “Alegoría”: /Este que ven aquí /tendido y solo (…) /De repente se echaron sobre mí /como plagas de ratas /todas las penas del mundo (…) /Por qué murió el arcoíris? /Se ha estrellado el sol /de bruces contra mis piedras /y son fuego de volcán, /no frescas piedras de río. //
Apuntes sobre la poesía de Freddy Bretón
* AREÍTO. Periódico Hoy
* 13 agosto, 2022
Bienvenida Polanco-Díaz
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