Un ministro sin cartera

Un ministro sin cartera 

de un gobierno en ejercicio 

es tener (sin tener oficio)

asegurada “tetera” 

anclándose en la tercera 

por ese largo “tribey”

todo dentro de la ley

por ser legal canonjía 

igual que cuando se ungía

con óleo sagrado un rey.

Ministros sin ministerio

los hay en nuestra nación 

provocando indignación 

por su velo de misterio 

ser monje sin monasterio,

sin caballo ser jinete

ganar sin jugar billete 

y, en un mundo imaginario, 

ser un alto funcionario 

de un gobierno de juguete. 

Ser santo sin ir al cielo 

ni tener ningún altar

sin un trampolín saltar 

sin afincarse en el suelo

sin llorar hallar consuelo

sin valor ser importante 

(aunque hagan el allante)

son árboles sin raíz 

y así va nuestro país

cual un náufrago flotante.

Yo exploto sin ser montante 

y eructo sin ser volcán

al observar este can 

que me resulta insultante: 

viendo un fulano exultante 

porque le han exaltado 

y todo un pueblo asaltado

al perder su billetera 

pues lo dejó sin cartera 

un ministro sin Estado