Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros

El domingo 24 de julio, en el marco de las fiestas patronales de Santiago Apóstol el Mayor, patrón de la Catedral y de la Arquidiócesis de Santiago de los caballeros, se llevó a cabo en el salón multiusos de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra la ordenación de veintiséis nuevo diáconos permanentes, en un ambiente de regocijo, alegría y esperanza. Fue una gran manifestación de la comunidad cristiana, que con su participación llenaron prácticamente el salón multiusos, con el interés acompañar y apoyar a estos hermanos, que respondiendo a la llamada de Dios, daban su sí definitivo al Señor y a la Iglesia.

Presidio la Eucaristía Monseñor Freddy Antonio de Jesús Bretón Martínez, quien dirigió la Plegaria de ordenación de los nuevos diáconos permanentes, además, concelebraron  Monseñor Nicanor Gregorio Peña, Obispo emérito de la Altagracia, Monseñor Rafael L. Felipe Núñez, Obispo emérito de la diócesis de Barahona, Monseñor Valentín Reynoso, MSC., Obispo Auxiliar emérito de la Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros y Monseñor Carlos Tomás Morel, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros y director de la Escuela de Diáconos Permanentes san Esteban. Asimismo hay que destacar la presencia y alegría  de los sacerdotes,  diáconos, presidentes de asambleas, religiosas  y otros ministros que asistieron a esta celebración.

Es importante señalar, que los diáconos permanentes viven simultáneamente una doble sacramentalidad ya que antes de ser ordenados diáconos permanentes han recibido previamente el sacramento del matrimonio, de manera, que desde matrimonio y la familia, ejercen y viven el ministerio diaconal, dando testimonio de fe y haciendo de su hogar una verdadera Iglesia doméstica. En esta hermosa celebración se destacó la presencia de las esposas, quienes entregaron la estola y la dalmática al Arzobispo; este es un signo muy significativo en el que la esposa se hace parte de la misión de su esposo, por eso, es imprescindible el apoyo de toda la familia, la cual es la garantía de la estabilidad, la perseverancia y el buen desempeño del diácono en su ministerio.  

Después de concluido el Concilio Vaticano II, para mediado de la década del 60, Santiago fue la primera diócesis del país y de América Latina donde se inició la experiencia del diaconado permanente, la experiencia de ordenar diáconos a hombres casados mezclados en el mundo profesional y laboral, ha sido sumamente positiva y enriquecedora para la Iglesia y la Arquidiócesis de Santiago poder dar testimonio de esto. Han pasado más de 50 años de la ordenación de los primeros diáconos en la Iglesia particular de Santiago y hoy la voz del Señor sigue resonando en el corazón de hombres que desde sus diversos compromisos han respondido con valentía a esta llamada de la vocación Diaconal para el servicio de la Iglesia Universal. Con la ordenación de este grupo de veintiséis diáconos permanentes, aumenta considerablemente el número de servidores en la Arquidiócesis de Santiago, actualmente son más de 150 diáconos al servicio del Señor y de la Iglesia y más de 60 hombres que están estudiando en la Escuela de Diáconos Permanente, ubicada en el Seminario San Pío X. Esta ordenación diaconal fue un gran acontecimiento y regocijo eclesial, la cual formó parte del programa de las fiestas del Apóstol Santiago el Mayor, patrono de la Arquidiócesis de Santiago. Ahora nos corresponde a todos los cristianos orar por la perseverancia y la fidelidad de estos hermanos nuestros y por el surgimiento de más vocaciones al diaconado permanente.     

    

6 COMENTARIOS