Este Samán del parque Colón de Santiago, da sombra a un espacio multiuso de ese sitio.

A su sombra parquean los vehículos de una línea de taxi. Ya en el interior, limpiabotas aprovechan “la sombrita” para obtener su sustento, mientras, al mismo tiempo, parejas en trajes de novios realizan su sesión fotográfica antes o después de su boda en el templo dedicado a Ntra. Sra. de la Altagracia.

Venduteros de quipes y otras frituras, cada día menos por cierto, detienen aquí su discurrir urbano.

En su fronda descansan palomas y pericos de esos que suelen “liberan” los compradores de mascotas al descubrir que le han vendido un perico viejo con la cola cortada.

Y saben?, es mejor “oir y callar”, uno nunca sabe.

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